"Tener control absoluto de lo que uno hace como artista es un lujo"

De vuelta a sus inicios más rockeros, el cantautor presenta en Planta Baja 'Nada se escapa', un disco pensado y grabado en Barcelona al que puso la guinda en Nueva York

El cantautor Pedro Javier Hermosilla presenta esta noche sus nuevas canciones en la sala Planta Baja.
Blanca Durán / Granada

22 de octubre 2009 - 05:00

Con "la anarquía dentro del propio caos" por bandera, el cantautor Pedro Javier Hermosilla ha conseguido lo más difícil: renovarse sin perder la identidad. Ahora, y bajo el nombre de P. J. Hermosilla, ha reunido a la misma banda con la que empezó a tocar hace más de doce años en Barcelona y, con ellos, ha recuperado un espíritu más rockero que se muestra en Nada se escapa (Vicious Records, 2009), el disco que hoy presenta en Planta Baja.

-Con Nada se escapa inaugura su propio sello. ¿Todo lo ha tenido tan bajo control como dice en el título?

-Concluimos el trabajo hace un año bajo nuestro sello y luego el esfuerzo fue encaminado para sacarlo al mercado con el sello independiente Vicious, que apostó por el disco una vez que ya estaba terminado, que era lo que nos interesaba. Ha sido la primera vez que he hecho el disco al cien por cien, lo he grabado de la manera que quería y con el equipo que más me gustaba, así que ha sido un proceso muy bonito y emocionante.

-¿El aumento de libertad recorta las horas de sueño?

-El proceso lleva implícito un porcentaje de dureza bastante importante. Debes estar pendiente de otras cosas que no tienen que ver con la música, pero tener el control absoluto de todo lo que uno hace como artista, a día de hoy, es un lujo que nos hemos permitido. Tocaba ya hacerlo así...

-¿Están cubriendo sus expectativas los primeros pasos que va dando el álbum?

-Las sensaciones son muy buenas. Tenía gran expectación por ver la reacción de los seguidores, sobre todo de los que venían de discos anteriores y que podían ver esto como algo arriesgado. Ha sido un disco sin concesiones de la cara a la galería, pero sí pensando en la gente que lo va a escuchar. Hemos sido, por un lado, muy anárquicos a la hora de concebir el disco y trabajarlo, pero muy ordenados en nuestro propio caos. Lo hemos disfrutado mucho y ahora, al ver la gente lo está valorando, damos el objetivo por cumplido. Que se venda más o menos o que a nivel de éxito popular funcione mejor o peor, son cosas que se nos escapan... Nuestro compromiso por la música es absoluto y total y este trabajo ha nacido todo de mí.

-Da la sensación de que ha mimado al detalle cada canción...

-Incluso tanto cuidado ha llegado a tener un punto de enfermizo... Hemos sido muy meticulosos con este disco y todos los detalles están muy trabajados y muy pensados. Empezamos a trabajar el disco pensando en cómo queríamos que fuese su desarrollo y en cómo lo teníamos que finalizar y con quién. Desde el principio teníamos claro que nos íbamos a ir a Estados Unidos para que tuviera el tono y el tipo de sonoridad de Greg Calbi, y eso nos llevó por un camino muy directo y muy claro, aunque la locura de estar trabajando en tu pequeño estudio de aquí pensando en Estados Unidos nos llevó a estar cambiando cosas hasta el último momento.

-¿Satisfecho?

-Totalmente. Quien escuche el disco y no le guste será porque no le gusta lo que yo hago. Este disco refleja quién soy, la música que hago y la que me gusta hacer.

-¿Es Nada se escapa su declaración de amor al rock?

-Es el reflejo de las ganas de poner en un disco los conocimientos musicales de todos estos años basado en mi primera forma de entender la música, y por eso he juntado a los músicos que tocaban conmigo en los clubs de Barcelona hace trece años. Por aquel entonces ya sonábamos así, pero el tiempo nos ha hecho mejorar... El concepto es el mismo; se mantiene la frescura y, la crudeza, no está nada edulcorado. Sólo hay una guitarra eléctrica y las que mandan son las acústicas, que se tocan de una manera más agresiva, con más mala leche, lo que le da un espíritu más rockero. Hemos recurrido a las formas de los 70, dejando que cada instrumentos hable por sí mismo. Intentamos que el disco, además de potente y cañero, sonara limpio de calidad, y eso nos ha reafirmado. Cada uno está en su sitio, pero juntos forman un engranaje perfecto.

-Ha pasado del bando de los cantautores al de los rockeros. ¿Se le van abriendo nuevos campos?

-Lo que he hecho ha sido poner al oyente todos los conocimientos que he aprendido en este tiempo. Creo que cada disco tiene que reflejar la situación del músico en cada momento, y no he dejado nada en el tintero, no me he guardado nada, sino que muestro todo lo que he aprendido en este tiempo. Aunque habrá gente que crea este disco está más lleno de información musical que otros, para mí es el reflejo de mi forma de entender ahora la música y no lo sé hacer de otra manera.

-¿Nunca teme descubrirse demasiado en todos los sentidos?

-No he tenido nunca esa sensación porque creo que lo que uno puede escribir son cosas comunes al resto del mundo, todos somos más iguales de lo que nos puede parecer y todos tenemos tantas cosas en común que todos participamos en esa primera persona. No son historias únicamente mías, es una manera de inspirar al oyente.

-¿Qué podrá ver y escuchar esta noche su público?

-Tocaremos la mayoría de las canciones de este disco y muchas de las anteriores en un formato de trío, con batería, teclado y bajos electrónicos y yo con las guitarras acústicas. Llevamos así año y medio y me siento muy cómodo porque, pese a ser pocos, se mantiene el punch.

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