Woody Allen declara su amor a Roma

El cineasta estadounidense Woody Allen presentó ayer en Roma su última película, To Rome with love (A Roma con amor), una disparatada comedia localizada en la capital de Italia que cuenta con la actriz española Penélope Cruz y el italiano Roberto Benigni en el reparto y con la que rinde un homenaje a la Ciudad Eterna donde los personajes rememoran los fascinantes años de la Dolce Vita.

El filme, que tuvo una buen acogida entre la prensa especializada durante la proyección para los medios, celebró su estreno mundial por la noche en el Auditorio de Roma, y la recaudación de su entrada será donada a la Sociedad italiana para la Amiloidosis.

"Crecí con el cine italiano", confesó ante la prensa el cineasta neoyorkino, de 76 años, tras el estreno de la versión italiana de su nuevo filme, filmado en Europa como sus últimas tres películas. Allen escogió rodar cuatro historias en un único escenario: Roma, una ciudad que, asegura, le resulta "extremadamente exótica". "Contrariamente a Londres o París, lugares comprensibles para un estadounidense, Roma es muy exótica, el estilo de vida es muy diferente, como sus colores", comentó.

En la rueda de prensa de presentación en Roma, en la que también estuvieron presentes los actores Alec Baldwin y Jesse Eisenberg, Benigni afirmó que Allen es el único director que consigue unir en una misma película el estilo del cineasta Ingmar Bergman y el cómico Groucho Marx.

"Estar con él (Allen) es como tocar el piano ante Mozart y luego él me ha confesado que el sueño de su vida es realizar otra película conmigo en Copenhague o en el desierto. Yo ya conozco solamente el final, es decir, que me echan de un taxi", comentó Benigni.

El cómico y cineasta italiano, autor de la película ganadora de tres Oscar La vida es bella (1997), ironizó sobre la ambientación de A Roma con amor, la última entrega de Allen con ciudades europeas como protagonistas después de Vicky Cristina Barcelona (2008) y Midnight in Paris (2011).

Benigni se refirió en concreto a la actual Italia, donde recientemente dimitió el líder de la Liga Norte Umberto Bossi por un escándalo de corrupción, y la anterior, con el ex primer ministro Silvio Berlusconi como protagonista de la polémica. "En la película hay coches, mujeres, gente famosa sin motivo. Parece la historia de Bossi, pero cuando Woody Allen rodó no era así: estaban Berlusconi, las prostitutas, las fiestas, Bossi y el sol. Ahora llueve y cambia todo", dijo el cineasta italiano.

A Roma con amor, financiada por la productora de Berlusconi, Medusa Film, es el título definitivo de la última película de Allen, después de haber empezado a rodarse como Bop Decameron para posteriormente ser rebautizada como Nero Fiddled.

La película narra la historia de varios personajes (italianos, estadounidenses, locales y turistas) y sus romances, aventuras y desventuras en un recorrido donde Roma aparece también como protagonista y en el que Penélope Cruz, quien lució para la rueda de prensa un elegante vestido negro con abertura en la falda, interpreta a la sexy Anna.