La Bienal de Flamenco de Granada se despide con el estreno de Sosegá
El palo flamenco 'made in Granada' pone el broche de oro a la primera edición de esta cita cultural
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La primera Bienal de Flamenco de Granada bajó el telón este fin de semana con una clausura muy esperada Sosegá, El Palo Sin Prisa, estrenado en la Abadía del Sacromonte ante un público que agotó todas las entradas. El espectáculo presentó por primera vez al público un nuevo palo flamenco ideado por Javier Limón y producido por Frank Maza. Este evento puso el broche final a casi un mes de actividades que han situado a la ciudad en el mapa internacional del flamenco.
“Granada siempre ha sido uno de los pilares de la historia del flamenco por sus figuras grandes y los palos”, dijo el productor de espectáculo Javier Limón.
El proyecto Sosegá, impulsado por Cervezas Alhambra en el año de su centenario, se presentó como un regalo cultural a Granada. A lo largo de meses de trabajo, un grupo de artistas de primer nivel investigó en las cuatro disciplinas esenciales del flamenco —el compás, la melodía, la guitarra y la poesía— con el objetivo de dar forma a un nuevo palo. El resultado fue un compás inédito que sus creadores bautizaron como “palo sin prisa”, un ritmo que refleja la esencia serena y vital de la ciudad.
El elenco que lo estrenó en la Abadía fue de lujo, desde toda Andalucía. Voces de Carmen Linares, Sandra Carrasco, Saúl Quirós, Antonio Cortés o David de Jacoba compartieron escenario con guitarristas Juan Carmona y Dani de Morón, la percusión de Ane Carrasco y el baile de José Maya, que con su fuerza escénica dio cuerpo a un compás que busca abrir nuevas posibilidades expresivas dentro del género. Todos ellos sumaron su experiencia para dar cuerpo a una propuesta que combinó raíces y experimentación, tradición y futuro.
En lo musical, la guitarra introdujo nuevas sonoridades gracias a un planteamiento armónico distinto. Carmen Linares estrenó una melodía inédita, mientras que el compás, considerado el corazón de esta creación, fue desarrollado junto a Ane Carrasco y Juan Carmona, quienes aportaron la fuerza rítmica del soniquete jerezano. En lo vocal, los cantaores participantes exploraron un registro melódico profundo y contemporáneo al mismo tiempo.
El propio Javier Limón se encargó de los textos, inspirados en lugares y detalles granadinos: el Albaicín, el Sacromonte, la Alhambra o la vida cotidiana de la ciudad. De esta manera, Sosegá no fue solo una propuesta musical, sino también un retrato poético de Granada y de su relación histórica con el flamenco.
Carmen Linares abrió su actuación con unas granaínas, recordando con emoción “nuestro querido Enrique Morente”. La artista volvió a subirse al escenario de la Bienal por segunda vez en esta edición. Hace apenas dos semanas participó junto al cantaautor Javier Ruibal en el homenaje a Enrique Morente y Antonio Machado, y en la clausura regresó a la Abadía del Sacromonte. Entre risas, comentó que este mes prácticamente vive en Granada y que para ella es una gran alegría reencontrarse con el público en un lugar tan especial y participar en este espectáculo. “Esta juventud es el futuro del flamenco, estoy muy feiz estar aquí hoy”, comentó Carmen Linares.
El estreno se vivió como un acontecimiento compartido. La Abadía del Sacromonte, con su simbolismo y su peso histórico, aportó un marco perfecto para este nacimiento artístico. El ambiente fue de expectación y de conciencia de estar asistiendo a un momento inaugural: la primera piedra de un camino creativo que, según sus responsables, puede abrir nuevas puertas a la evolución del flamenco.
La I Bienal del Flamenco cierra así su primera edición con un balance positivo: una programación diversa, una gran respuesta de público y una clausura que ha dejado huella. Para Granada, ha sido la oportunidad de consolidarse como un nuevo referente en el calendario internacional del flamenco. Y para los artistas, un espacio donde experimentar sin perder la raíz. Sosegá se mostró que el flamenco sigue siendo un arte en constante transformación, capaz de honrar la tradición mientras abre caminos hacia lo nuevo.
Tablao didáctico
En el día de la clausura, al mediodía, la Escuela de Flamenco Carmen de las Cuevas acogió el segundo tablao didáctico dentro de la programación de la Bienal. Con entrada libre hasta completar aforo, la actividad reunió a un público variado que pudo acercarse al flamenco de manera amena y formativa. La parte práctica del taller fue impartida por artistas de flamenco en activo que actúan habitualmente en los tablaos de Granada, así como por profesores de la escuela Jorge "El Pisao" en la guitarra, Macarena Mulero en el baile y Jacob de Carmen en el cante. Durante la sesión se ofreció un recorrido por la historia de este arte y se explicaron las funciones del cante, la guitarra y el baile, así como la forma en que los intérpretes se coordinan en directo sobre el escenario. La experiencia, de hora y media de duración, permitió a los asistentes descubrir de primera mano la complicidad que sostiene cada actuación flamenca.
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