El esqueleto de un coche en mitad de una catedral derruida. Es una de las potentes imágenes que Jesús Conde muestra en la exposición Prólogo para una antología que ayer se inauguró en el Palacio de los Condes de Gabia. Una silla de madera en mitad de una calle desierta o las ruedas de un tren que transita a toda velocidad por la quietud del lienzo son otros ejemplos de los mundos inquietantes que Jesús Conde ha seleccionado para mostrar qué ha sido de su trayectoria desde que desembarcó en Granada procedente de Málaga hace ya décadas. De hecho, con la certeza de que en la juventud se tiende a sobrevalorar las capacidades artísticas, Conde decidió volver a pintar todos sus cuadros en una antología que, en un artista en plena efervescencia como él, contará con un buen número de epílogos, como aseguró el propio autor en la presentación de la muestra, que contó con la presencia de Sebastián Pérez, presidente en funciones de la Diputación.

Jesús Conde resaltó en la presentación -una de las citas culturales con más periodistas de los últimos años por la presencia de Sebastián Pérez en pleno terremoto político por las últimas exigencias de Ciudadanos- que normalmente es casi más difícil el proceso de organizar una exposición que el mismo hecho de enfrentarse a un lienzo en blanco. "En este caso todo ha sido facilidades, mi primera exposición fue en la Diputación de Granada y eso se ha quedado indeleble en mi memoria como el primer amor", dijo el artista para destacar a continuación, de entre las más de ochenta obras expuestas, los cuadernos de viaje, con una letra preciosista y unos dibujos que casi piden un marco para ellos solos. Reflejan buena parte de sus aventuras por África en compañía de Manuel Villar Raso, un viajero inquebrantable que también ha compartido vuelos y hoteles con el reciente ganador del Premio Lorca de Poesía, Rafael Guillén. "Cuando llegué, Granada era sobre todo una ciudad de poetas y músicos, pero también es un lugar para vivir muy a gusto como pintor", confesó el doctor y profesor titular en la Facultad de Bellas Artes y miembro de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias.

Jesús Conde conocía Granada a través de su pintura antes de verla personalmente e instalarse a vivir en la ciudad, un espacio geográfico y mental que ha abandonado con asiduidad para sellar visados en su pasaporte y, de paso, traerse imágenes de las han salido series como las que pintó tras un viaje a La Habana o las que muestran el Norte de África. También queda reflejada en la muestra su pasión por las puertas como símbolo del tránsito y de los nuevos espacios que se abren.

Sebastián Pérez, por su parte, destacó que la inauguración de Prólogo para una antología es un momento de "gran importancia cultural" para la provincia. "Jesús Conde es un referente nacional e internacional , un hombre que está constantemente proyectando Granada, con una expresión plástica certera que hace que los entornos que pinta adquieran un tinte particular", señaló el presidente de la Diputación, que calificó a Conde como "uno de los mejores artistas que tenemos en la actualidad".

Por su parte, el diputado de Cultura, José Torrente, seleccionó las palabras "belleza, armonía y serenidad" como las que mejor resumen la obra del artista.

Desde su primera exposición colectiva en 1977, Jesús Conde ha concebido y ejecutado una obra ingente de dibujos, pinturas, grabados, ilustración o diseño que han sido expuestos en distintas galerías de todo el mundo. Sus lienzos, sus láminas y sus estampas se cuelgan en pinacotecas e instituciones de todo tipo, desde el Museo Casa de los Pisa de Granada al Museo de Arte de Vassa, en Finlandia, pasando, entre otros muchos, por la Galería Nacional de Arte Moderno de Santo Domingo, el Museo Olímpico de Lausanne, en Suiza, la Real Academia de Bellas Artes de Madrid, la Galería de Arte de la Unión de Pintores de Bielorrusia, El Museo Postal y Telegráfico de Madrid, la Universidad de Granada, el Museo Ermitage de San Petersburgo, el Museo Nacional de Lituania o el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla.

Todos estas exposiciones y su viaje vital quedan ahora resumidos en el Palacio de los Condes de Gabia Prólogo para una antología.