Actual

Una dama frente a Brahms

  • La gran dama del piano ha vuelto a Granada. Elisabeth Leonskaja nos visitó para ofrecer un concierto excepcional.

Obras: Johannes Brahms, Obertura trágica en Re menor op. 81, Concierto para piano y orquesta núm. 1 en Re menor op. 15, Concierto para piano y orquesta núm. 2 en Si bemol mayor op. 83, Obertura para una fiesta académica en Do menor op. 80. Solista: Elisabeth Leonskaja (piano). Orquesta Ciudad de Granada. Director: Salvador Mas. Lugar: Palacio de Congresos. Fecha: 06 de noviembre de 2009

La gran dama del piano ha vuelto a Granada. Elisabeth Leonskaja nos visitó para ofrecer un concierto excepcional tanto por su programa como por su alta calidad interpretativa. En el cartel figuraba la poco habitual combinación de los dos conciertos para piano de Brahms, acompañados por sendas oberturas sinfónicas. Junto a la Orquesta Ciudad de Granada dirigida por su titular, Salvador Mas, la pianista georgiana se metió una vez más al público granadino en el bolsillo.

La velada se iniciaba con expectación ante lo que, presumiblemente, iba a ser uno de los mejores conciertos de la temporada. Por primera vez desde que la OCG toca en el Palacio de Congresos las localidades se habían agotado. La razón no era otra que la presencia en el escenario de Elisabeth Leonskaja, una pianista que siempre que nos ha visitado nos ha regalado espléndidas versiones del repertorio romántico; en la memoria quedan los ciclos dedicados a Beethoven o Schumann, unidos a la imagen elegante y despreocupada de la Leonskaja, que siempre ha desplegado sobre el teclado toda su fuerza y su arte.

Tras una magnífica interpretación por parte de Salvador Mas y la OCG de la Obertura trágica de Brahms, Elisabeth Leonskaja ocupó su posición de solista y, como si en ello no hubiera dificultad alguna, acometió con rotundidad y seguridad los acordes iniciales del Concierto para piano y orquesta núm. 1. Obra de juventud, esta partitura requiere un esfuerzo por parte de orquesta y solista para dotarla de toda su coherencia motívica y estructural dada su complejidad. Salvador Mas equilibró encomiablemente las fuerzas de la OCG, que dieron la justa réplica a los numerosos motivos de imitación y desarrollo que Brahms dejó escritos entre la parte solista y la orquestal. Por su parte, Leonskaja cubrió con creces las expectativas, demostrando que tras diez años de romance con la OCG sigue viva la chispa interpretativa que hacen de esta combinación algo memorable.

En la segunda parte del concierto Elisabeth Leonskaja pidió comenzar directamente con el Concierto para piano núm. 2, dejando para el final la obertura que se había programado previamente. En esta otra partitura, donde encontramos la escritura de un Brahms maduro y experimentado en el género sinfónico, la pianista desempeñó toda su habilidad interpretativa; los pasajes de enorme virtuosismo, los saltos simultáneos en ambas manos o los múltiples cambios de dinámica no fueron obstáculo para que construyera una versión llena de momentos estelares. Quizás podríamos destacar el tercer movimiento "Andante", en el que, por su carácter más melódico e intimista, pudimos observar la esencia misma del alma pianística en las manos de la Leonskaja. Cabría felicitar igualmente a una OCG que supo estar a la altura, con pasajes de gran calidad en los chelos y los vientos-madera. Tal fue la ovación que recibieron pianista y orquesta que bien pareciera que había terminado el concierto. Tras la apoteosis de la Leonskaja, la Obertura para una fiesta académica puso fin a una larga, pero memorable, velada con la música de Brahms.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios