Un dibujo poco conocido ¿de Lorca o de Dalí?

El otro día, al consultar la programación para este otoño de F.G.L.: Flamenco García Lorca – REUNIÓN, me fijé de repente en la imagen que acompañaba los anuncios. Rezaba su pie:“(Descomposición). Dibujo de Federico García Lorca en el reverso de El juego lúgubre de Salvador Dalí. Barcelona, 1928”. Un poco de investigación confirmaba mi reacción inicial de desconcierto y sorpresa: no se conocía ninguna obra gráfica con ese título, cuya fuente desconozco, mientras que efectivamente el dibujo reproducido provenía del reverso del soporte—cartón—en el que Dalí pintó su cuadro famoso, aunque todas las fuentes más autorizadas lo atribuyen no a 1928 sino a 1929. Allí, en el cartón que se ha envejecido y oscurecido, la imagen se halla rodeada de etiquetas adhesivas de galerías de arte y empresas de transporte. Al parecer, este descubrimiento se hizo público por primera vez en marzo de 1997, aunque se difundió de nuevo en años posteriores (en X en 2022 y más recientemente por el sitio de la red Luz y Artes). El artículo periodístico original citaba al experto daliniano Fèlix Fanés, a quien se debía la atribución del dibujo a Lorca.

Data

Hay varias razones—tanto biográficas como estilísticas—para sospechar que se trate, en realidad, de una obra del mismo Dalí. En el decenio de los 20, la última vez que los dos amigos estuvieron juntos fue durante el verano de 1927, mientras que el óleo se fecha en 1929 y fue expuesto por vez primera en París en noviembre de ese año. Si el dibujo es de Lorca, Dalí habría tenido que conservar el trozo de cartón durante por lo menos año y medio, si no dos años, antes de utilizarlo como el soporte de su cuadro. En el caso opuesto, Dalí podría haber realizado el dibujo en cualquier momento alrededor de estas fechas.

Autoría

Desde el punto de vista estilístico, la obra reúne rasgos que nos hacen pensar en uno y otro. Tiene algo de Suicidio en Alejandría, enviada por Lorca a L’Amic de les Arts en septiembre de 1928, pero tal vez la imagen más cercana sea una fechada por él en 1927, dibujo realizado en una tarjeta postal. Además, las múltiples líneas onduladas—como briznas de hierba o raíces—con que terminan lo que podrían ser brazos, aparecen en una u otra obra de este periodo. En cambio, los detalles del ojo y los labios en la cara parecen poco lorquianos.

Si la comparamos con imágenes contemporáneas producidas por Dalí, como la ilustración para Sant Sebastià (en L’Amic de les Arts, julio de 1927) o la sin título que acompañaba La degollación de los inocentes, de Lorca, en La Gaceta Literaria (enero de 1929), también podemos observar algunas semejanzas. Más allá de esto, los trozos de venas seccionadas que aparecen en el dibujo el brazo derecho de la figura y también a la altura de su vientre, son típicamente dalinianos y se encuentran en varias obras de esta época, empezando con el lienzo Aparell i mà. Es bien conocida la increíble habilidad imitativa de Dalí, y no cuesta nada imaginarlo creando un dibujo con varios rasgos estilísticos de su íntimo amigo. (Recuérdense la exposición lorquiana que Dalmau organizó en Barcelona en junio de 1927, animada y luego reseñada por Dalí.)

Por el momento, pues, nuestras conclusiones son estas: hay que reconocer que el dibujo no tiene título, que probablemente fue trazada por la mano de Dalí, y que es de fecha incierta (aunque casi seguramente data de antes de la ejecución de El juego lúgubre).