Actual

"La vida entera es una impostura, una máscara de bojiganga transformadora"

  • La Bojiganga inunda esta noche Orce de música tradicional ibérica

Con permiso del Parapanda, toda una institución entre los festivales de folk, el de Orce se consolida como la segunda cita más importante del verano granadino para los amantes de las músicas tradicionales. Y esta noche se celebra su día grande con un cartel compuesto por Jaime La Fuente y Javier Ronda además del pintoresco grupo La Bojiganga. Se trata de un combo de reciente creación, pues solo llevan en activo desde 2011, cuando a varios amigos del valle del Lozoya, concretamente de la localidad madrileña de Oteruelo del Valle les picó el gusanillo de las músicas ancestrales y decidieron juntarse para cantar al mundo sus coplillas. "No sabemos determinar por qué. Quizá porque tenemos un alto grado de enajenación mental. Porque esto es una cosa de cuatro chiflados. Pero por otro lado es maravilloso. Cada uno de nosotros vino a abrevar de las músicas de raíz por una razón. Por curiosidad, por inquietud, por culminar una búsqueda que responda a las preguntas ontológicas, ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Seguimos todos en esto porque lo bonito es que la respuesta a esas preguntas no la encontramos nunca".

En muchas ocasiones el folklore se asocia con sesudos arqueólogos de la música que se toman a sí mismos y su disciplina demasiado en serio, sin dejar espacio para el humor. No es el caso de La Bojiganga, que añaden a su nombre la coletilla de "Música Tradicional Ibérica". El diccionario de la Real Academia define la palabra bojiganga como "una compañía pequeña de farsantes, que antiguamente representaba algunas comedias y autos en los pueblos pequeños". Con la aparición de este grupo tal vez deban revisar para la próxima edición la definición, y eliminar el adverbio 'antiguamente'. Aunque traten de ocultarlo disfrazándose de quién sabe qué en la portada de El Viaje Entretenido, un disco con trece temas que publicaron el pasado año 14. Sobre la pintoresca portada cuentan que "tiene un aire alegórico bastante chocante, como de pintura del romanticismo. Aunque en el fondo, lo único que buscábamos era disfrazarnos de lo que cada uno quería ser de mayor. Un revolucionario francés, un conquistador español, una monja descocada, un marino soviético, un buscador de oro, un espíritu del bosque, una náufraga fluvial. Nada tiene sentido. Excepto la cabra encaramada a un taburete. Cuando lo ven, la gente dice "¡que eclecticismo!". Y nosotros: "No, no, oiga, esto no tiene nada de reminiscencia hipster, ni de cultura pop, ni de transgresor, ni nada de eso. Es que nosotros somos así. Nuestra vida es un circo. Vamos andando por la calle y aunque no vayamos así vestidos, por dentro llevamos esos ropajes. La vida entera es una impostura. Una máscara de bojiganga transformadora. Nos la quitamos y aparece una imagen delirante".

Así es, en cierto sentido delirante la propuesta de esta banda, porque más allá de la música, su espectáculo rompe la cuarta pared y obliga al público a convertirse en un miembro más, y transformando sus actuaciones en imprevisibles, dinámicas, mágicas y emocionantes. Y no quedan sus ideas peregrinas. La gira de presentación del disco, llamada (verán por qué) La Gira del Buen Amor, la hicieron recorriendo 200 kilómetros a pie y en burro. Un periplo farandulero, entre la Villa de Hita, Guadalajara, y la ciudad de Segovia, tras los pasos del Arcipreste y de su Libro del Buen Amor, en el que fueron tocando en todos aquellos lugares por los que pasaban, ofreciendo un concierto en cada pueblo, porque el movimiento se demuestra andando… "Bueno, a veces se demuestra sentándose en el poyo de la puerta de casa, y viendo pasar lo que se mueve ante ti. Esto los herederos del mundo antiguo, nuestros antepasados, aquellos que poblaron el mundo rural antes de que lo descojonasen otros, lo tenían muy claro".

Con esa mentalidad afrontan la vida y su actividad musical, bebiendo de diversas fuentes para encontrar las canciones perdidas: "Hasta ahora fundamentalmente de tres manantiales distintos. Unas veces el material está directamente recogido por nosotros. Otras veces, el material lo recolectamos de terceros, que suponen un pozo insondable. Ahí están los trabajos de recopilación de García Matos, de Alan Lomax, o de Bonifacio Gil. Por último, otras veces nos soltamos la melena, y nos gusta revisitar temas que han sido frecuentemente revisados o versionados, que están ya más sobados. Nosotros nos limitamos a encajarlas en un caleidoscopio distinto para que se perciban de otra manera". Y añaden: "Aunque tratamos a las canciones para que acaben sonando a nosotros. Y no utilizamos muchos aditivos para adobar el magro".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios