Dos hermanos recrean las figuras de Starsky y Hutch en Almanjáyar

Starsky y Hutch, los famosos detectives televisivos de los años setenta y ochenta vuelven a las andadas... pero en Granada. Concretamente, en el Polígono de Almanjáyar. Ésa es la propuesta de los directores Antonio y José Emilio Rodríguez Amador, que han decidido realizar una película contando con los vecinos de la zona.

"Starsky y Hutch tienen que enfrentarse a un nuevo caso de asesinato. Un hombre ha aparecido muerto en extrañas circunstancias en un edificio de apartamentos del Polígono de Almanjáyar. A partir de las declaraciones de la propietaria del inmueble y de las pistas de un confidente de la policía, llegan hasta la figura de El Italiano, un enigmático personaje que domina el mundo del crimen y el tráfico de drogas." Ésa es la sinopsis de este filme de acción y comedia que tiene una duración de 110 minutos, que ha sido rodado en Almajáyar y que tiene como intérpretes a Antonio Rodríguez Amador en el papel de Starky y a José Emiliano Rodríguez Amador en el papel de Hutch. A ellos se une un grupo de veinte vecinos del barrio.

Con un presupuesto que no supera los 70 euros y una pequeña cámara digital, los hermanos Rodríguez Amador -chapista y pintor artístico, respectivamente-, han demostrado que para hacer una película no siempre son necesarios 50 millones de euros.

Con imaginación y con ganas, consiguieron convencer a un equipo de unos 20 vecinos del barrio de Almanjáyar para poner en pie una historia de aventuras en clave de comedia, y rescataron del olvido a los inolvidables detectives americanos Starsky y Hutch.

Durante algo más de un mes, transformaron un Seat 124 Sport Coupé en el coche de los detectives americanos y rodaron persecuciones de película en las calles de Almanjáyar. En una ocasión, recuerdan ahora, apareció la policía nacional pensando que se trataba de carreras ilegales, pero cuando conocieron el verdadero motivo del corte de calles por parte de vecinos del barrio y de las carreras del coche rojo con rayas blancas, fueron condescendientes y les dejaron llevar a cabo su trabajo.

La película, estrenada en el Centro Cívico de la Zona Norte, es una divertida muestra de lo que puede hacerse empleando tan sólo la imaginación y la colaboración de los vecinos del barrio, que disfrutaron de las escenas de acción durante el rodaje y del renacimiento de los dos detectives televisivos más dislocados y amantes de la velocidad que jamás se conoció y que hicieron las delicias del público en su día.