Myles Sanko: "El soul durará por siempre"
El cantante ghanés, que abre este martes el Jazz en la Costa Festival Internacional de Almuñécar, llega desde el Reino Unido con un aire inconfundible de alma afroamericana
Cada vez que se reinventa el jazz
Con las entradas agotadas para el primer concierto, el festival de Almuñécar comienza con el aire soul y funk del cantante, compositor y productor británico Myles Sanko, un tipo de música con alma y con aire de la época dorada de los sesenta y setenta del pasado siglo y que es el encargado de abrir este martes en Almuñécar la 38 edición de Jazz en la Costa. Lo escucharemos moviéndonos en el asiento y con chasquidos de dedos. Es normal que esta propuesta no defraude a nadie, y que confluyan en la grada diferentes sensibilidades, incluidas las personas que no son tan jazzeras. En cualquier caso, la formación que le acompaña puede dar mucho juego musical y discursivo, con teclados, guitarra y saxo tenor, si deciden trascender la suavidad del registro de su discografía. Revisitamos estilos constantemente, pero desde el siglo XXI. Por ello, Sanko no se siente un autor de versiones, sino un músico de hoy que se inspira en influencias como Otis Redding o Marvin Gaye. Un artista que se ha hecho a sí mismo, que trabaja en todos los campos, incluida la producción de su propia música, y que, desde su Ghana natal, sabe lo que es construirse a sí mismo.
Le conocimos con Speedometer, funk duro e incendiario... ¿volverá a ese estilo?
Por supuesto. El funk forma parte de mi ADN musical. Nunca lo abandoné. Se nota sutilmente en mis arreglos y ritmos. ¿Quién sabe? Quizás algún día regrese por completo.
El soul está volviendo con mucha fuerza y muchos nombres nuevos ¿el futuro tiene 'alma'?
Toda la del mundo, el soul es la música pop real. Tiene ya medio siglo de vida y durará por siempre, porque expresa la fibra más íntima y personal de las personas: ese 'alma', toda esa autenticidad.
Se mueve a caballo de varias escenas la del R&BLues y el funk y la del jazz ¿cuál de las tres prefiere?
Soy como un pez que nada en todas las aguas, desde la superficie al fondo, cambiando todo el tiempo, pero actualmente estoy trabajando y amando un poco más el jazz.
¿Motown, Atlantic y Stax son los tres dioses de la religión soul?
Sí, y cada uno aportó algo único. Motown fue la máquina de éxitos refinada. Stax tenía la garra y el alma de la iglesia. Atlantic nos dio vocalistas atemporales. Son la santísima trinidad del soul.
¿Se siente como un revivalista haciendo música de los 60?
La verdad es que no. Me inspiro en esa época, sí, pero intento contar mi historia en el presente. Quiero respetar el pasado sin dejar de evolucionar como artista contemporáneo.
Sus canciones suenan como clásicos... ¿cómo compone un clásico instantáneo?
Gracias. Me centro en escribir con intención, melodía, mensaje y emoción. Si es auténtico para mí y conmueve a alguien más, quizá se vuelva atemporal.
¿Es Let It Unfold su álbum más íntimo y personal?
Sí, sin duda, es el álbum más personal que he hecho hasta ahora. Trata sobre crecimiento, sanación y aceptación. Dejé atrás las expectativas y escribí desde una perspectiva muy honesta. Soy yo, sin filtros.
Hace prácticamente todo el trabajo de creación, producción y grabación ¿mejor solo que bien acompañado?
Asumir todos los papeles es una necesidad, pero también un deseo. El de tener el control creativo total para poder expresarme sin interferencias. Es mucho trabajo, sí, pero también muy gratificante cuando se ha acabado la tarea como tú quieres.
¿Por eso opta también por la independencia discográfica?
213 Music es mi sello propio que me permite tener independencia y mantenerme fiel a mi visión de la industria. El nombre es un recordatorio de dónde vengo y hacia dónde me dirijo, me hace tener muy presente que siempre es posible superar los desafíos y crecer.
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