"El público escuchará una obra que es parte de la historia de la música"

Cada espectador tiene sensaciones diferentes cuando va a disfrutar de un espectáculo de su gusto, pero en el caso de quienes acudan esta noche al Hospital Real a escuchar a la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) dirigida por José Luis Estellés y con la voz solista del tenor José Ferrero podrán sentir de cerca una parte de la historia de la música, tal y como define Estellés el lied 'Viaje de invierno' de Shubert, una interpretación para tenor y pequeña orquesta, compuesta por Hans Zender.

-Es su debut como director en el Festival de Granada, ciudad con la que tiene una larga vinculación. ¿Siente más responsabilidad por esa relación?

-Como director es la primera vez, pero ya he estado en ocasiones anteriores como solista. No siento más responsabilidad, pero es una satisfacción muy grande porque estoy con mi gente y en un festival que conozco muy bien.

-Con la OCG como solista de clarinete, con el Festival, en los Cursos Manuel de Falla, el Retroback... ¿Por qué tanta vinculación con la ciudad?

-Es verdad que este año se han dado muchas confluencias en Granada, pero todas esas actividades las hago con muchísimo gusto porque además me permiten desarrollar toda mi profesión sin tener que viajar (risas).

-¿Qué destaca del programa que presenta esta noche dirigiendo a la JONDE?

-Interpretamos la versión de Hans Zender del Winterrreise de Shubert, uno de los ciclos de canciones más famosos e importantes de la historia de la música. La obra de Zender tiene la misma sonoridad que la obra original de Shubert para piano y voz pero instrumentada para orquesta de cámara con unos timbres muy peculiares y muy conseguidos que traspasan el sentido del texto. El texto tiene mucha profundidad y está siendo una experiencia maravillosa. Es la cuarta vez que dirijo a la JONDE, donde también he sido profesor, y los ensayos están dejando un muy buen sabor de boca. Va a ser un concierto muy especial, así que espero que la gente disfrute porque es una obra que se programa muy poco ya que es complejo dirigir una orquesta de estas características. Es una ocasión magnífica para escuchar una obra que forma parte de la historia de la música.

-Esa 'Interpretación del Viaje de invierno' toca algunos de los temas propios del Romanticismo como la soledad, ¿cómo se representan?

-Es pura soledad, toda la tensión interna que provoca el amor, el desamor, el paso del tiempo y, en general, toda esta preocupación tan propia del Romanticismo. En algunos números el despecho de Viaje de invierno hace referencia a lo gélido de los sentimientos, es un viaje interno, un viaje del alma. Se trata de un ciclo de canciones de una belleza extrema.

-Zender introdujo algunos instrumentos infrecuentes en la orquesta como la guitarra y el acordeón, ¿es difícil dirigir una orquesta así?

-Interpretamos la versión de Zender, así que utilizamos guitarra, acordeón, dispositivos de percusión, máquinas de viento, hojas de tormenta, lluvia y hacemos un gran uso de todos los instrumentos complementarios, pero no es más difícil por eso. La dificultad de esta obra está en componer un mosaico de sonidos que tenga una continuidad. En esta Interpretación de Zender, el compositor a veces consigue que suene a puro Shubert y a veces es más romántico, así que hay que cambiar la forma de tocar porque si no suena a música posterior. La mayor dificultad es conseguir una melodía de timbres con continuidad

-Está considerado por los expertos como una de las personalidades más activas de la música clásica española, ¿está de acuerdo?

-Dentro de la música clásica es un poco difícil de catalogar el trabajo de cada uno porque es muy variado, pero sí, es bastante infrecuente que un intérprete mantenga su labor como solista al mismo tiempo que la de director como es mi caso. Esa doble faceta me permite tener un repertorio muy variado y poder tocar todo lo clásico, y también me ayuda mi trabajo como profesor.

-¿Qué virtudes destacaría de la JONDE, a la que dirige hoy y con la que también tiene una gran vinculación?

-La JONDE fue en su momento absolutamente novedosa en España. Ahora, 30 años después, se ve el resultado porque hay generaciones enteras de músicos que han encontrado en ella un punto de apoyo en su carrera. En mi caso, en aquel momento era la única posibilidad de un músico joven de participar en una formación musical. De hecho todas las jóvenes orquestas de Europa están repletas de músicos españoles.

-¿Y del solista, José Ferrero?

Hace 8 o 9 años ya hicimos esta misma obra juntos y lo conozco bien. Acaba de estar tres meses en Escocia con Turandot, es muy wagneriano, pero también tiene un enorme amor por el género del lied, y es raro que un cantante de ópera se dedique con tanto amor a este género. Es muy fácil trabajar con él.