Diario de Jerez, la cabecera hermana del Grupo, posee, desee hace varios años, una sala de exposiciones, ARTEADIARIO, que tiene como principal objetivo el patrocinio de la creación artística y el querer contribuir a la difusión de un Arte necesitado, ahora más que nunca, de apoyos y medios que contribuyan a despejar las sombras que plantea la pertinaz sequía económica en la que nos encontramos. En ella los artistas más jóvenes con proyección han encontrado un espacio que les permita canalizar su producción y dar a conocer la obra que, todavía, no ha encontrado el acomodo en los circuitos artísticos habituales. A lo largo de este tiempo, ya han sido varios los jóvenes granadinos que han presentado su obra en las estancias del periódico de la ciudad gaditana.

Ahora, con Cádiz envuelta en los felices acontecimientos que han conmemorado los doscientos años de la proclamación de la Constitución de 1812 y ostentado la capital de la provincia el honroso título de Cádiz, Capital Iberoamericana de la Cultura 2012, la Sala del Diario acoge una exposición realizada por los alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Granada, con el Bicentenario de aquella Carta Magna como eje central,

De nuevo, Carmelo Trenado, como ya hiciera con el Quijote y con Miguel Hernández, se vale de un acontecimiento como este que tiene lugar el Cádiz para motivar la infinita creatividad de sus alumnos. Estos, alrededor de cien, alumnos de Primer Curso de Pintura, han diseñado otros tantos carteles anunciadores del evento gaditano. Con todo tipo de técnicas, con los más variados argumentos plásticos y estéticos que configuran los vastos espacios del Arte Contemporáneo, los jóvenes artistas granadinos han desarrollado sus ilimitadas potencias creativas y han puesto en valor lo mucho bueno que están consiguiendo con una adecuada motivación y haciendo ver, una vez más, que una Facultad de Bellas Artes es algo más que una factoría de futuros profesores de Instituto.

Los alumnos de Carmelo Trenado han dejado constancia de las amplias rutas por donde circula la plástica contemporánea, han patrocinado un Arte hacia adelante y han generado una serie de obras de variadísimo contenido, con una naturaleza plástica y conceptual de muy amplia naturaleza y una circunstancia ilustrativa bastante bien concebida en fondo y forma. Todo un buen manual donde el arte y la historia funden sus fronteras para participar en una realidad histórica de profundo calado.

Pero la exposición que, ahora, se presenta en la sala jerezana y que, antes se mostró en la propia ciudad de Cádiz y en la galería Manolo Alés, uno de los espacios emblemáticos del arte andaluz, no sólo es el buen testimonio de una obra de profundo sentido y carácter, sino que sirve para llevar a los alumnos a la escena expositiva, allí donde el creador arriesga y se enfrenta con una realidad que no es fácil y a la que ellos, ya desde el principio, deben tener en cuenta por su dura trascendencia. Al mismo tiempo, los jóvenes artistas ya comienzan a someterse al riesgo que supone el tener que enfrentarse al resto de sus compañeros en una selección determinante y comprometida, mínimo trasunto de lo que tendrán que vivir en su futuro de artistas en ejercicio.

El galerista Rafael Benot, Carmelo Trenado y este que esto les relata se encargaron de escoger entre todas las obras, las que han ocupan los espacios de las distintas salas donde han sido expuestas.

De nuevo, la Facultad de Bellas Artes de Granada es protagonista de una acción artística importante. Cuando otras, todavía, viven inmersas en el recuerdo de un pasado, más o menos, glorioso, la que se encuentra en el antiguo manicomio granadino lleva apostando por lo novedoso desde su creación. Esta exposición, patrocinada por DKV, así lo atestigua y deja bien a las claras cuáles deben ser los objetivos de una realidad docente motivadora y exigente. Granada, sigue abriendo caminos en un Arte que necesita muy buenos argumentos - como éste - para seguir avanzando.