Actual

El sonido artesanal no tiene reglas

  • El luthier granadino quiere elevar la guitarrería a Patrimonio de la Humanidad La profesión artesanal comienza a reglarse a partir de este año

Un carpintero utiliza la madera para construir sus nuevas obras. El luthier, igual. Sin embargo, la construcción con este material es muy diferente. Daniel Gil de Avalle, luthier y guitarrero granadino, reúne en su tienda taller de la plaza del Realejo una serie de instrumentos que ha ido realizando con sus propias manos. Este oficio tan "romántico" ha ido transmitiéndose de generación en generación pero el guitarrero es una de las excepciones que confirma esta regla no escrita. "Mi pasión por este arte comenzó de joven cuando estudiaba violín y piano; de hecho, lo primero que hice fue restaurar un piano para pagarme el viaje de estudios", señala el artesano y es que el aroma embriagador de la madera fue el que le guió a partir de entonces hasta convertirse ahora en parte de su vida.

La formación del luthier que lleva más de veinte años en este oficio ha pasado por numerosas fases: desde la cuerda frotada hasta estabilizarse ahora en la construcción de guitarra clásica y flamenca. Este cambio no se debe a que sea más difícil o menos ya que como bien dice "la luthería no es fácil, podría decir que es casi imposible. Tocamos el Sol pero no llegamos a abrazarlo". Este cambio de rumbo en su profesión fue por la situación "a nivel histórico y social" que existe en la ciudad nazarí ya que como afirma "uno que quiere un violín se va a Cremona (Italia) porque es la cuna. Lo mismo ocurre en Granada con la guitarra". Sin embargo, la especialización en la luthería no existe porque lo que "te hace diferente en esta profesión es la manera que tiene cada persona de hacer el instrumento, no existe ningún truco matemático ni polvos mágicos. Esto es una evolución de aciertos y errores", confiesa Gil de Avalle.

El Ministerio de Trabajo ha comenzado a reglar el oficio y el primer paso ha sido la acreditación, por primera vez, de los cursos de luthier. Gil de Avalle ha sido nombrado como primer maestro artesano de Andalucía y como experto para redactar el certificado de cualificación de artesanía dedicado a los instrumentos de cuerda. Estos cursos están aprobados y ya hay algunos centros que han solicitado la posibilidad de ofrecer estas enseñanzas, siendo el centro Albayzín el único candidato de Granada; no obstante, el Ministerio tiene que generar aún las partidas económicas, "los centros de reconocimiento ya existen pero ahora falta el presupuesto para ir adaptándolo", asegura el guitarrero.

Aunque muchos crean que esta profesión está en extinción o que hay poca oferta para mucha demanda, está equivocado ya que como bien explica el guitarrero "existe muchísima gente que quiere ser luthier hasta el punto de que algún día se saturará el mercado". Se lamenta de todo el "intrusismo" que existe alrededor de los profesionales, tal es así que Gil de Avalle agradece esta oportunidad de que por fin el tema formativo "ponga remedio a esta pandemia" ya que "mucha gente se descarga de google cuatro cursos y ya piensa que es luthier". Confiesa además que uno de sus maestros le dijo: "Hasta que no lleves diez años en tu propio taller no comenzaras a darte cuenta de que empiezas a hacer un instrumento".

La guitarrería ya es patrimonio material por la Junta de Andalucía y Gil de Avalle ha emprendido una iniciativa para convertirse en Patrimonio de la Humanidad ya que según él mismo, "Granada puede ser Cremona, incluso más". En unos días iniciarán una gira de conferencias por Montpellier y después irán a la cuna italiana de la construcción, Cremona para ir promocionando y contactando con los departamentos de guitarra de los distintos lugares europeos. Sin embargo, "el proceso burocrático es muy tedioso y la resolución puede llegar dentro de seis años", afirma el guitarrero. Aparte del movimiento internacional, necesita un respaldo nacional que va asegurándose cada día con el apoyo de la Junta: "Espero que el Ayuntamiento colabore, además del posible refuerzo ministerial". Gil de Avalle lleva ya 25 años sellando su propia estampa en el mercado artesanal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios