Juan Echanove y María Galiana llevan al teatro municipal Isabel La Católica la adaptación de la obra Conversaciones con mamá, que primero fue una película de éxito en Argentina, dirigida por Santiago Carlos Oves, más tarde libreto teatral adaptado por Jordi Galcerán. Hoy, tal como llega al teatro granadino, una versión más personal y pulida de esta pieza, dirigida por el propio Echanove, podrá verse mañana a las 21:00 horas y el sábado a las 19:30 y 22:30. Juan Echanove aterriza en Granada con muchas ganas de subirse al escenario y ver disfrutar a los granadinos.

-¿Qué es lo que más le conmueve de esta obra?

-Es una comedia romántica, una relación madre e hijo muy bonita y cargada de sentido del humor. Está situada en un contexto muy actual, que es el que vivimos todos; en una sociedad que parece hacer aguas, donde cada vez necesitamos más de las personas mayores y el trabajo es un bien muy preciado. En fin, lo que más conmueve, creo, que es sobre todo esa mezcla de humor y emoción que tiene la función.

-¿Cómo se siente sobre el escenario?

-Estamos encantados. Tanto a María Galiana como a mi, este trabajo nos produce un enorme placer y, por la gira que estamos realizando, parece ser que a los espectadores también.

-Además de compañeros en la serie de televisión Cuéntame, y ya madre e hijo en anteriores ficciones como La noche más larga y Suspiros de España, la complicidad que hay entre María Galiana y usted es evidente ¿Qué diría de su compañera de reparto?

-Es una gran maestra. María Galiana es una actriz enormemente generosa, vital, con unas ganas de trabajar y hacerlo bien día a día que la hacen verdaderamente admirable. Es la mejor compañera que yo podía haber imaginado. Estoy feliz de compartir escenario con ella.

-¿Cuál es la principal finalidad de este trabajo?

-El objetivo es doble. Por un lado conmover al espectador y, por otro, que éste se sienta reflejado. Eso tiene el teatro, que es un reflejo de la sociedad en la que vivimos y, sobre todo, producir en el espectador un torrente de emociones a la vez que una ventana de luz en estos momentos. Esa es la finalidad que perseguimos al hacer esta función.

-¿Es más fácil hablar con mamá que con papá?

-Bueno... no lo sé. En esta función mi personaje, Jaime, no tiene padre desde muy niño, entonces con quien habla es con su madre. Pero sí, es cierto que en las familias de mi generación a la decisión final del padre se llegaba a través de la medicación de la madre.

-Cuántas conversaciones con mamá se quedan pendientes...

-Cuando más echamos de menos a nuestros padres es cuando los perdemos. A muchos de nosotros se nos han quedado muchas conversaciones en el tintero y, a lo mejor, la desaparición de un padre o una madre, nos hacen reflexionar sobre la de veces que tendríamos que haber recurrido a ellas.

-Esta obra, como usted comentaba, también tiene esa mirada hacía los mayores...

-El momento en el que vivimos pone de manifiesto cuantas familias viven o dependen de la pensión de ese familiar mayor, que se supone que debería de estar descansando después de una vida de esfuerzo, y que se ve obligado a tirar del carro para sacar adelante a su familia. Así que creo que deberíamos de mirar hacia ahí, y considerar que evidentemente el papel que ocupan las personas mayores en la actualidad es un papel absolutamente primordial.