Análisis

Manuel Pezzi

¡Somos Andalucía!

Somos socialistas, con experiencia, planes y proyectos contrastados y liderazgo solvente, dispuestos a levantar y modernizar Andalucía

Manuel Pezzi en el Congreso de los Diputados con la bandera de Andalucía

Manuel Pezzi en el Congreso de los Diputados con la bandera de Andalucía / Efe

Hace cuarenta y cuatro años, un 16 de diciembre de 1977, el PSOE iniciaba su primer Congreso de Andalucía, en Torremolinos. Se celebraba retrasado una semana porque el terrible impacto del asesinato de García Caparrós en la manifestación del Día de Andalucía del 4 de diciembre en Málaga, había sumido a todos los organizadores, la Asamblea de parlamentarios andaluces y las fuerzas sindicales, patronales, culturales y religiosas, y a toda la ciudadanía, en un shock de incredulidad, por un acto tan repugnante en un contexto festivo, que había sacado de manifestación a dos millones de mujeres y hombres, pidiendo autonomía y acabar con el subdesarrollo de nuestra tierra. Profundamente doloridos atrasamos el Congreso y lo hicimos con el recuerdo doloroso de un joven que no debió morir.

Tuve la fortuna, por indicación de Alfonso Guerra y José Rodríguez de la Borbolla, de presidirlo y vivir intensamente aquellas tres jornadas de trabajo, reflexión y cohesión, en torno a la imparable convicción de que queríamos construir una sola Andalucía, con las ocho provincias. Convencido de que era indispensable conseguir el máximo grado de autogobierno y autonomía, como se le reconocía en la Constitución a Euskadi, Cataluña y Galicia, y que esa estructura política tenía como misión prioritaria conseguir los instrumentos y llevar a cabo las actuaciones, para sacar a Andalucía de la situación que arrastraba, de subdesarrollo, paro y pobreza endémica, por la postración a la que se la había sometido durante el negro periodo del franquismo. Las intervenciones y ponencias señalaron el camino a seguir, dando incluso el visto bueno a un primer borrador de Estatuto de Autonomía para Andalucía. En aquel primer Congreso de Andalucía fue elegido como Secretario General, José Rodríguez de la Borbolla, pero institucionalmente contamos con el inestimable empuje y liderazgo de Plácido Fernández Viagas y Rafael Escuredo, como Presidentes preautonómicos, y siempre, Felipe González y Alfonso Guerra que dirigían el PSOE a nivel federal.

El hito que nos identificó como pueblo y respaldó una brillante trayectoria histórica fue en primer lugar la manifestación unitaria del 4 de diciembre de 1977, por la multitud que sacó a la calle, por la convicción de la ciudadanía que era justa su reivindicación y el convencimiento de que formaban parte de un proyecto unitario, culturalmente reconocible, que algunos remontan a los Tartessos, Roma, o Al-Ándalus, para tras la conquista cristiana señalar el uso del nombre de Andalucía frente al Reino de Granada, hasta llegar a las ocho provincias de Javier de Burgos de 1833, que se impondría claramente en la división territorial de España, como Andalucía.

Los pueblos o civilizaciones que ocuparon el solar andaluz durante cientos de años, de alguna manera, son nuestros antepasados, pero políticamente nada comparable con el grito unánime ¡Somos Andalucía! de aquel 4 de diciembre. Grito que algunos partidos supieron escuchar y convertirlo en la reivindicación de autonomía máxima por el artículo 151 CE, como hizo el PSOE, y otros o no oyeron o dilapidaron rompiendo el proceso unitario y hundiéndose, como la UCD o el PSA. ¡Somos Andalucía! volvió a escucharse con nitidez el 28 de febrero de 1980, cuando se celebra el referéndum por la autonomía andaluza, que dejó un reguero de incongruencias y malas artes por parte del Gobierno de Suarez para que no saliera adelante, y casi lo consiguen al no conseguirse el 50% de votos afirmativos del total de censo electoral en Almería. Pero el mensaje de toda la región había sido tan diáfano y potente, en un proceso épico, que hubo que buscar una fórmula legal que permitiera seguir adelante, y se encontró, y se aprobó en las Cortes, y no fue impugnada ante el Constitucional y quedó por tanto el camino sin obstáculos para pactar un texto de Estatuto de Autonomía, aprobarlo y refrendarlo, el 20 de octubre de 1981, permitiendo las primeras elecciones autonómicas el 23 de mayo de 1982. De nuevo la ciudadanía, ¡Somos Andalucía!, señaló el camino dándole 66 diputados -de un total de 109- al PSOE-A con Rafael Escuredo como candidato, que de esta manera se convertiría en el primer y más votado Presidente autonómico de Andalucía.

Tras 39 años, Andalucía ha cambiado radicalmente. Somos una Comunidad Autónoma dinámica, con buenas infraestructuras, un tejido empresarial más potente y un desarrollo solvente de sus servicios públicos, docentes, sanitarios, de servicios sociales, etcétera. Sin embargo, estamos obligados, de nuevo a alzar nuestra voz y señalar que ¡Somos Andalucía!, en el marco del XIV Congreso, por la extrema preocupación que nos genera la presencia activa y antiautonómica de VOX en la toma de decisiones del Gobierno del PP y Cs, pero también por la deriva de descapitalización y recorte de los servicios públicos básicos, especialmente de la sanidad, en un camino privatizador exasperante, el abandono de las Universidades o la escasa disponibilidad a acordar los presupuestos para salir más rápidamente de la crisis que ha supuesto la pandemia Covid, y poder generar más y mejor empleo.

¡Somos Andalucía! Somos socialistas, con experiencia, planes y proyectos contrastados y liderazgo solvente, dispuestos a levantar y modernizar Andalucía, con el entusiasmo que siempre nos ha caracterizado.

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