8 x 8 = 88

19 de octubre 2025 - 03:13

Se acaba de dar a conocer por parte de la Conferencia de Decanos de Educación un segundo borrador del denominado Libro Blanco del Grado en Educación Primaria, digamos que una más que plausible línea a seguir para la reforma de los estudios universitarios de formación de los futuros maestros y maestras, si en algún momento el gobierno del Reino de España se decide a tal reforma. Maticemos que es un borrador, por lo tanto sujeto a revisión, pero aprecien que les digo que es el segundo borrador. Hubo un primero que en realidad eran dos pues apareció dividido en dos partes. La nueva versión se presenta unificada tras una revisión que, deberíamos indicar, simplemente elimina una de esas partes.

Ya saben que el tema educativo siempre genera grandes disputas en este país que, siendo un Reino, repito, uno; en realidad cuenta con 17 sistemas educativos y uno central para Ceuta y Melilla. Por ahí empieza mal la cosa, pero esa es otra historia. Digamos, simplificando, que lo decidido con ese segundo borrador es que en la formación de los futuros maestros y maestras las áreas de didácticas específicas desaparezcan o casi, se las reduzca a meras metodologías de aplicación o coloquialmente hablando, se las ningunee. Esas áreas se ocupan del curriculum educativo de Matemáticas, Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Lengua y Literatura del castellano y demás idiomas oficiales del país, y la Educación Artística/Plástica. Como podrán apreciar esa parte del curriculum es básicamente lo que podemos llamar la cultura básica que se adquiere durante los seis primeros años en la educación obligatoria, la educación primaria. Rematando el tema, e ignorando todas las sugerencias realizadas, más de 700, el borrador equivoca el marco legal vigente aplicable, no sé si por ignorancia, estulticia o verdadera fe en que los docentes deben tener la mente en blanco.

En definitiva si las áreas de didáctica especifica quedan relegadas en la formación de los maestro y maestras a lo que aparece en ese borrador, el profesorado de primaria será, en efecto, como los pedagogos del mundo antiguo, el esclavo que llevaba al niño a la escuela, pero que desde luego no le enseñaba nada pues no era su tarea. Enseñar algo parece que se dejará para la inteligencia artificial y la escuela será el lugar del recreo interminable, vayamos a que nuestros niños y niñas se estresen si les pedimos que se aprendan la tabla de multiplicar. Por ahora, ocho por ocho siguen siendo sesenta y cuatro. Vale.

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