ADN “rarito”

Desconfíen de los políticos que prometan bajar los impuestos, porque sirven para fortalecer el Estado del Bienestar

En plena campaña de declaración de la renta y si son de los que siguen más o menos la actualidad política, estarán acostumbrados a escuchar al PP aquello de que su ADN es bajar los impuestos. Lo repiten en cada campaña electoral, pero cuando llegan a los diferentes gobiernos enseguida vemos que hacen trampas.

Lo cierto es que nunca nadie ha subido en nuestro país más los impuestos que el PP. Rajoy los subió más de 50 veces, subió el IVA, el IBI, Sucesiones, Patrimonio, implantaron el copago de medicamentos que machacó a nuestros pensionistas, incluso subieron las tasas universitarias y hasta en cinco ocasiones el IRPF.

Lo llamativo es que el PP únicamente les sube impuestos a las clases medias y trabajadoras, porque a las rentas más altas, a los que más tienen, a los millonarios, a esos siempre se los bajan. Es lo que hace Ayuso en Madrid; lo que ha hecho Feijóo en Galicia y es lo que hace Moreno Bonilla en Andalucía. Claro que siempre hay fórmulas imaginativas para que parezca que sí que se bajan los impuestos, aunque al final la cosa nos salga cara. Es el caso de la última ocurrencia de la Consejería de Cultura que pretende terminar con la gratuidad en los museos, una medida que según la Junta reportará 7,8 millones de euros anuales a las arcas públicas, a cambio, eso sí, de que los andaluces tengamos que pagar entre 2 y 6 euros para visitar los 34 museos, conjuntos y enclaves culturales de gestión autonómica.

Imaginativa también es la fórmula diseñada por el Ayuntamiento de Granada, según la cual, los universitarios se quedan sin las bonificaciones en los autobuses urbanos durante los fines de semana y los festivos, una auténtica astracanada que se califica por sí sola.

Desconfíen de aquellos políticos que les prometan que van a bajar los impuestos, porque los impuestos sirven para fortalecer el Estado del Bienestar, para que haya una buena educación pública, una buena sanidad pública, un buen sistema de pensiones, una buena ley de dependencia, para que haya dinero para ERTEs o para ayudas a autónomos y quienes pretenden bajarlos solo persiguen deteriorar ese Estado del Bienestar y sus servicios públicos, con el objetivo de que lo privado haga negocio, favoreciendo una sanidad privada, una educación privada, planes de pensiones privados, la desaparición de la Ley de Dependencia, o recortar las prestaciones a los trabajadores.

Es cierto que a nadie le gusta pagar impuestos, pero les aseguro que para el bien común, que es el de todos los que no somos ricos, es mucho peor no hacerlo.

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