Granada es históricamente una ciudad con problemas de aparcamiento. Habría que preguntarse qué ciudad no tiene este manida dificultad del 'mundo civilizado'. El caso es que, al menos, los canes de esta urbe sí tienen su propio parking, plazas de aparcamiento para observar a esos extraños humanos mientras el dueño entra a alguna tienda o va a hacer algún recado. Ante noticias tan desagradables como la bestialidad de un veterinario que cortaba cuerdas vocales a perros de su criadero ilegal en Santa Fe, sólo toca pedir que cuiden a sus perros y a sus mascotas. Y a su gente. Cuidémonos, en general.
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