Créanme si les aseguro que esta tribuna carece de toda intencionalidad política o partidista. El asunto relativo a la gestión de la pandemia de la Covid-19 en las Residencias de mayores por parte de la Comunidad de Madrid merece un análisis riguroso en el que se debe reclamar sensibilidad, respeto y solidaridad con las familias de los miles de personas mayores y/o con discapacidad que fallecieron en ese periodo.

Saben que el entonces Consejero de Políticas Sociales Alberto Reyero denunció en su libro Morirán de forma indigna una actuación avalada por la presidenta de la Comunidad de Madrid para aplicar los protocolos de no derivación de miles de pacientes de residencias a hospitales y resto de servicios sanitarios para recibir asistencia. Y se denunció la falta de recursos y la falta de asistencia como condicionante al fallecimiento (muchas veces en soledad) de estas miles de personas al prohibir ser derivadas a hospitales.

La negativa de Ayuso a investigar estas circunstancias y a publicar las actas de la Policía Local de Madrid en las que se recogen el abandono de las residencias y de sus usuarios en las etapas más duras de la pandemia de Covid-19 ha sido, hasta ahora, una constante aún cuando un medio de comunicación ha dado a conocer estas actas.

Pues bien, el pasado jueves en una intervención de la presidenta de Madrid en la Asamblea de la Comunidad, Ayuso reiteró su negativa a investigar el asunto y a publicar actas y resto de documentos y afirmó literalmente que “cuando una persona mayor estaba gravemente enferma con la Covid, no se salvaba en ningún sitio” para justificar el protocolo que prohibía el traslado de los pacientes desde las residencias a los servicios sanitarios.

Sin embargo, es evidente que muchas personas mayores gravemente enfermas con la Covid se salvaron en toda España gracias a recibir asistencia sanitaria en nuestros hospitales y nuestras UCIS y gracias también al trabajo abnegado de los profesionales sanitarios. ¿Se hubiera podido evitar la muerte de todas aquellas personas que no recibieron asistencia sanitaria en las residencias? Seguramente no todas, pero es probable que sí se hubieran salvado personas. ¿Cuántas? Seguramente muchas pero, con solo una, ya habría valido la pena no decretar la no derivación.

Es por eso que no podemos aceptar afirmaciones tan faltas de rigor, tan poco empáticas y tan poco respetuosas con las personas fallecidas y con sus familiares. Es obligado en democracia analizar con transparencia cómo se actuó para evitar errores en el futuro y si de ello se derivan responsabilidades, asumirlas. Si no es así, creo que Ayuso se retrata como una presidenta que no ejerce su cargo con la dignidad que es exigible.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios