La principal actividad física que realizamos los adultos en nuestra vida diaria es caminar. Desde el punto de vista de la salud, caminar mejora la prevención de la obesidad y la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o respiratorias y algunos tipos de cáncer. Es crucial para las personas mayores, para mantener su salud física y mental y prevenir o retrasar la incapacidad y dependencia. En definitiva, caminar diariamente es una de las mejores inversiones que podemos hacer en nosotros mismos, para mejorar la salud, prevenir la enfermedad y alargar la vida.
Caminar es un hábito que debemos adquirir nosotros. Pero no depende solamente de nosotros, hay otros factores que hacen que adquirir dicho hábito se nos haga más o menos fácil. Desde hace unos años, muchas ciudades impulsan programas para mejorar la "caminabilidad" de sus barrios, y que aumenten tanto el número de ciudadanos que caminan para realizar sus actividades cotidianas como las frecuencias y distancias en que lo hacen. Porque la "caminabilidad" no depende de nosotros, sino de nuestro ayuntamiento. Hasta tal punto este aspecto se ha convertido en relevante para la salud y el bienestar individual y colectivo que, en países anglosajones, la "caminabilidad" del barrio es un factor en el precio de venta y alquiler de viviendas.
Un estudio reciente de la Escuela Andaluza de Salud Pública pone de manifiesto una fuerte asociación entre la "caminabilidad" de los barrios de las capitales andaluzas y la salud de sus residentes, y esta relación se ha demostrado ya científicamente en varias ciudades del mundo. Granada es una de las capitales andaluzas con mayores índices de "caminabilidad": la mayoría de sus barrios son altamente caminables. Pero hay que aumentarla en zonas como la Chana, el Albaicín o el Zaidín, promoviendo las actividades económicas necesarias para la vida diaria, mejorando la seguridad ciudadana y el estado de las infraestructuras o implantando tecnologías mecánicas para salvar las diferencias de nivel, y así igualar nuestras estrategias municipales a las que se siguen en numerosas ciudades.
Con la pandemia ha caído enormemente el uso del transporte público, y la ciudad ha vuelto a los altos niveles habituales de contaminación del aire. A mejor "caminabilidad" de los barrios, menor uso de vehículos contaminantes, el principal reto que tiene Granada. Por ello, mejorar la "caminabilidad" debería ser una política clave de nuestro ayuntamiento.
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