Claros del bosque

Discursos y delitos de odio

La historia muestra que la victimización funciona para el fascismo como una estrategia de poder

Desde 2016, se ha producido un incremento del 23 % de los delitos de odio contra la comunidad LGTBI (casi un 10% en el primer trimestre de 2021); además, el 88% de los agredidos no denuncian por miedo a no ser creídos o tomados en serio.

Al igual que en otras ocasiones han hecho diversos colectivos que sufren discriminación, el movimiento LGTBI ha aprovechado la noticia de la denuncia homófoba de Malasaña para alertar de la relación que guarda el crecimiento de este tipo de delitos con el auge de la extrema derecha y para impulsar la Comisión de Delitos de Odio, que será presidida por Pedro Sánchez y tendrá como objetivo fundamental hacer realidad la Ley de Igualdad de Trato.

Por su parte, y especialmente tras el descubrimiento de la falsedad de la denuncia de Malasaña, la extrema derecha ha restado importancia a la homofobia, a la que considera un pseudoproblema exagerado por el lobby gay. Si hay más homosexuales agredidos, habría que buscar su causa no en la homofobia, sino en el aumento de la criminalidad ligado a la inmigración. En este sentido, Espinosa de los Monteros sostiene que "Los gays saben que pueden pasear más tranquilamente por las calles de Varsovia o de Budapest que por las de Molenbeek o algunas del centro de Madrid". Y amenaza con llevar "a los tribunales a todo aquel periodista, contertulio político o tuitero que vincule a Vox con actos de violencia". A su juicio, el único odio real es el que ejercen estos "miserables, cínicos y desgraciados" contra un partido que ha defendido la severidad de las penas independientemente de cuestiones como el sexo, la raza o la orientación sexual.

Considero de la gravedad de estas palabras exige una respuesta concisa: 1) la historia muestra que la victimización funciona para el fascismo como una estrategia de poder; 2) la amenaza de acudir a los tribunales por parte de la extrema derecha constituye un ataque a la democracia y la libertad de expresión; 3) no hay manera más cínica de invisibilizar un delito que negando su singularidad jurídica en pos de una supuesta defensa de la igualdad de trato ante la ley; 4) en este caso, la estrategia es doblemente rentable: se disimula un delito de odio, la homofobia, al mismo tiempo que se genera un discurso de odio hacia los inmigrantes; 5) todo ello hace plausible la correlación entre el incremento de los delitos de odio y el discurso de Vox.

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