Efecto mariposa

Hay veces que nuestro consejos calan en los pacientes y pueden cambiar su vida, su futuro

Recientemente Pilar, mi compañera intensivista, me relataba la enorme satisfacción de haber podido cambiar, el rumbo de una vida e incluso quizás de varias. Me contaba que hacía unos días le había visitado, en la UCI del hospital en la que ella trabaja, un paciente que tuvo ingresado por un infarto agudo de miocardio meses atrás y, no solo le daba las gracias por la atención recibida, sino y aún más importante, por haberle abierto los ojos para cambiar radicalmente su estilo de vida. El paciente en cuestión era un agente comercial cuyo trabajo, según él llevaba implícito una serie de convencionalismos entre los que se incluían comer fuera de casa con los clientes e incluso alternar con ellos, bebiendo alcohol y fumando. Este hombre era feliz con su trabajo y con los insanos hábitos que desplegaba en ese contexto laboral y por supuesto, practicaba el más absoluto sedentarismo. Cuando tuvo el evento coronario, pensó que podría seguir viviendo con el mismo ritmo. Su doctora le dijo: Miguel, ¿cuánto crees que podrás seguir así, hasta que vuelvas a tener otro infarto o un ictus cerebral?, tu sobrepeso, tu inactividad física y tus hábitos tóxicos, harán si no cambias, que no puedas ver crecer a tus hijos. Si quieres tener la oportunidad de un futuro con una existencia más prolongada y feliz, tienes que hacer un cambio radical en tu vida. Esta charla que yo particularmente y otros muchos médicos damos casi a diario a muchos pacientes, creyendo que en la mayor parte de las ocasiones cae en “saco roto”, en el caso de Miguel fue trascendental. Usted me hizo ver la luz, doctora; le dijo. Su cambio de hábitos de vida fue radical. Adelgazó 20 Kg, dejó el tabaco y el alcohol y tras la rehabilitación cardíaca comenzó a hacer ejercicio de forma diaria y a llevar una dieta cardiosaludable. Los médicos tenemos un extraordinario poder, como podéis comprobar. Aunque con frecuencia pensemos que nuestros consejos son estériles, hay veces que calan en los pacientes y pueden cambiar su vida, su futuro y el de sus respectivas familias: Sus hijos podrán ver un padre sano y un ejemplo a seguir. Pilar me explicaba que, a veces batiendo tenuemente nuestras alas, como las de una mariposa, podemos generar, un huracán en el otro extremo del mundo, cambiando el rumbo de otras vidas y esta puede que sea nuestra misión en este mundo.

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