Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

'L'eglise de la nation'

Notre Dame es un símbolo de Francia, como lo son Saint Denis, la catedral de Reims, el Mont Saint Michel o Aviñón

L'eglise de la nation: así llamó Laurent Joffrin a la catedral de Notre Dame en una columna de urgencia publicada en Liberation -el diario de referencia de la izquierda francesa, hijo del mayo francés y fundado, entre otros, por Jean-Paul Sartre- la misma tarde del incendio que conmocionó a Francia y con ella, a Europa entera y al mundo. Notre Dame es un símbolo de Francia, como lo son Saint Denis, la catedral de Reims, el Mont Saint Michel o Aviñón. Bajo sus bóvedas se beatificó a Juana de Arco; fueron coronados reyes, Napoleón se proclamó emperador y el general De Gaulle, arropado por la Francia Libre y la Resistencia, escuchó al organista interpretar el Te Deum y la Marsellesa en el día de la Liberación. Y es el pueblo que se emociona con la historia de Esmeralda y Quasimodo en la obra inmortal de Victor Hugo. Y son las quimeras que otean París desde su privilegiado mirador de la Île de la Cité.

Notre Dame es Francia. Esa Francia laica que tanto pone de ejemplo la izquierda española como modelo a seguir para acabar con la, según ellos, fuerte influencia de la religión y de la Iglesia Católica en la política española. Olvidan que los templos franceses son propiedad de la República pero su uso está cedido a perpetuidad a los fieles católicos. Al parecer, las Luces no han cegado nunca el sentimiento de nuestros vecinos respecto a su propia historia.

Notre Dame es Europa. Un símbolo de aquella Europa de pequeñas aldeas que erigía templos para tocar el cielo, tan lejana de esta que se conforma con abrir sucursales en bajos comerciales. De esa Edad Media injustamente vilipendiada que nos dio el Gótico y preparó el camino para el Renacimiento. La catedral de París forma parte de la memoria colectiva de la Europa que se sabe fuerte cuando está unida y que se enorgullece de sus raíces comunes más que de las leves diferencias que no deben separarla.

Notre Dame es un símbolo nacional y Francia es un ejemplo. No sólo por las donaciones millonarias que tanto han molestado a quienes les irrita que los demás decidan qué hacer con su propio dinero, sino porque todo un país se ha movilizado para recuperar su patrimonio y su quintaesencia. Apenas unos días después del incendio, Mireille Mathieu entonaba el Ave María en Los Inválidos dando inicio a un concierto para recaudar fondos con los que reconstruirla y devolver a París el templo que, desde hace más de ocho siglos, preside la ciudad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios