QUIEN espere de las "medidas anticrisis" anunciadas ayer en el debate sobre el estado de la ciudad por el equipo de gobierno de Granada una rebaja sustancial de los tributos municipales que pagará en 2010 anda equivocado. Para empezar no casa un descuento fiscal en una situación económica que, en palabras de Torres Hurtado, es "insostenible". Pero el examen a primera vista de las "medidas antricrisis" lo único que revela es el interés del Ayuntamiento por garantizar el cobro de los impuestos en unas circunstancias difíciles. Es lo que persigue, por ejemplo, la hipotética deducción para quienesdomicilien el impuesto de vehículos (que este año ha tenido una altísima tasa de impagos) o la ampliaciónde los plazos para pagar las deudas municipales. Además hay otras que buscan más una repercusión publicitaria que un efecto real. Por ejemplo el llamado IBI Social para mileuristas (siete euros de ahorro medio) o la rebaja en las tasas de construcciones para los "colectvos más desfavorecidos". ¿Cuántos desfavorecidos edificarán pisos en 2010?