Las botellas se agrupan en las inmediaciones del Campo de los Cármenes mientras la gente hace cola para comprar las entradas del último partido de fútbol de la temporada que se juega en la ciudad y uno de los más importantes de la historia del club granadino. A pesar del sol abrasador, los aficionados no quieren perderse la oportunidad de ver a su equipo. Cualquier tipo de bebida es buena para que se pase más rápido el tiempo y hacer frente al calor. Una pena que la huella de esta sed de fútbol de algunos seguidores quede patente allá por donde pasan con su basura.

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