Las manifestaciones artísticas pueden presentarse de múltiples formas y en infinidad de lugares. En el Albaicín, donde reside la esencia de lo nazarí, podemos encontrar estampas como esta. Una simulación del arte nazarí sobre... ¡una cañería! Ahí es nada. El rojo, el verde y la clásica granada forman una cenefa sobre el fondo blanco de la pared. Chorros de arte y creatividad descienden por esta tubería. Son los mismos que habitan en cada cabeza. Sólo hay que saber cómo enfocar el ingenio y encontrarlo en su momento idóneo.

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