Con todo el respeto a vegetarianos, veganos y flexitarianos, el jamón está muy rico y es sin duda una de las banderas de nuestro país por todo lo que implica este manjar porcino. Pero ya son varias las noticias que han aparecido en los últimos años sobre especulación en el mercado de los jamones y sobre operaciones policiales que intervienen 'jamones estafa' con etiquetas que no se corresponden con el timo que son y que atentan contra la salud pública, los consumidores y contra una forma de entender la gastronomía de este país. Esta vez han sido 25.000 los jamones ibéricos inmovilizados y 13 investigados por falsos documentos en una operación que atañe a muchas provincias españolas, entre ellas Granada. Si ahora mismo vivimos inmersos en una crisis agraria en la que olivareros y productores de hortalizas llevan la voz cantante, hay otras actividades de este sector primario como son los ganaderos y los productores de jamón ibérico que merecen atención y convendría saber qué es lo que pasa con el jamón ibérico y que dificultades atraviesa este sector. Hace falta más control para el jamón, nuestra bandera.