Las dos orillas
José Joaquín León
Noticia de Extremadura
Entre el trío Koldo-Ábalos-Cerdán, los líos en que nos mete Sánchez con Trump, y el abominable golpe de Estado que el Ejecutivo prepara para asaltar el Poder Judicial, nos están pasando desapercibidas muchas cosas de esa no-casa que es Andalucía para los granadinos.
Y es que se acaba de celebrar otra de las continuas performances del adoctrinamiento al que nos someten en el sur de España desde hace 45 años, para ensalzar el legado del no-padre de la no-patria del separatista declarado Blas Infante, ahora por el 140 aniversario de su nacimiento y con un enfoque de ‘paz y amor’.
Organizar eventos es libre, siempre que no nos cueste el dinero a los españoles, y este es un ciclo de conferencias organizadas por el Centro de Estudios Andaluces –fundación pública– y la Fundación Blas Infante, para hablar del confederalismo y la paz en el pensamiento de este no-padre de un no-país, de una no-nación y de una no-región cual es la mal llamada Andalucía.
Pero, cuán infame es el legado que han dejado este falso ídolo y sus infantianers a la arrinconada Granada. Es inconcebible que hayamos permitido que se invente e institucionalice una falsa historia andaluza, con la que se adoctrina en los colegios, y que se conmemora anualmente con un ritual ante la efigie de su deidad suprema.
Lamentablemente todas estas farsas ideológicas, cuasi religiones, son alimentadas por socialistas/comunistas –sin ideología desde que cayó el muro– y por una acomplejada derecha, que participa de esta manipulación de la Historia para no quedar como derechona/ultraderecha.
Pero las ideologías inventadas la gente no las siente, y están para desmontarlas y cambiarlas para mejorar la condición de los territorios y los habitantes que las soportan. Y, cuando el sentimiento regional propio y el de no aceptación del nacional-andalucismo infantiano existen, deben refutarse estos falsos credos, con ideología, Historia, territorio y hechos objetivos.
Tras 45 años de fracaso del falaz ideal del falso ídolo Infante, y del sometimiento al mismo tras la creación de esta CCAA, Granada, ignorada, ninguneada, preterida y abandonada institucional, política y territorialmente, debe liberarse de tan falso legado, tan falsa patria y tan falso padre. Ya es hora de que con nuestra gran Historia construyamos nuestro propio legado para nuestro propio futuro.
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