Germán González

Ex delegado de Educación de Granada

Esa mentira no es verdad

Granada es la provincia que más SemiD tiene, precisamente por la orografía y extensión de nuestra provincia

Imagen de archivo de un aula de un centro educativo en Granada.

Imagen de archivo de un aula de un centro educativo en Granada. / R. G.

O como diría mi padre, por mucho que repitas una falacia no termina por ser cierta, y en eso parece que está incurriendo nuestro delegado de educación.

En estos días asistimos al esperpéntico espectáculo que está dando el delegado de educación, Antonio Jesús Castillo, intentando convencer de la bondad de sus medidas de “reordenación de las zonas educativas” en las que se ha enfrascado.

Pero, ¿qué es verdad y qué es mentira de todo lo que se está diciendo. ¿Es cierto que hay menor rendimiento del alumnado que estudia en un semiD? ¿Los docentes de los semiD no están preparados? ¿Es un problema heredado? ¿Habrá destrucción de empleo? ¿Es un recorte educativo?

En primer lugar, la existencia de los centros con 1º y 2º de ESO tiene cobertura legal en una disposición de la propia LOGSE allá por los años 90. La existencia de 1º y 2º de ESO en estos centros respondía a distintas necesidades entre las que destacaba la geográfica, es decir, la dificultad de los trazados de carreteras y la climatología adversa. Granada es la provincia que más SemiD tiene, precisamente por la orografía y extensión de nuestra provincia. Algo que debería saber el señor Antonio Jesús Castillo antes de preguntarse por qué hay mas semiD en Granada que en otras provincias. No se trata de un problema heredado, por tanto, sino de un problema generado por este nuevo gobierno de la Junta de Andalucía.

Es preocupante que el máximo responsable de educación en la provincia utilice afirmaciones que no parecen tener un estudio serio que las avale. Es increíble que se utilice métodos tan precisos como “sentir mayoritario” cuando habla con los “jefes de estudio” o frases del tipo “cuando llegan al instituto se nota bastante”. Más le valdría leer los informes de la agencia AGAEVE donde se recogen, precisamente, estudios para contrastar el avance del alumnado en centros rurales.

En definitiva, se trata de afirmaciones que parecen buscar ocultar la verdadera razón para todo este desbarajuste educativo en el que está metiendo a los colegios rurales. Y esa razón no es otra que ahorrar personal, o al menos eso es lo que empieza a quedar claro después de seguir todas las argumentaciones que se han vertido al respecto.

Y además está cuantificado. Hemos podido ver, según declaraciones en prensa “que un 80 por ciento de la plantilla se mantendrá en esos centros”. Esto es, desplazar a un 20% de esa plantilla. Vamos, eliminar esos docentes y moverlos a otro centro, menos personal interino que habría que contratar. Parece que esa es la razón y a eso se ha entregado este delegado en cuerpo y alma. Se puede destruir empleo público neto.

Qué pasa con el trabajo de los docentes en estos centros. Se ha puesto en duda su preparación. Ahora se habla del rendimiento educativo, que si es inferior, incluso se están señalando la existencia de aulas mixtas como un problema para el desarrollo de nuestros niños y niñas.

Las familias ya están mostrando su malestar, ya han protagonizado varios actos de protesta por estos planes que no se terminan de concretar. Pero que cada vez que leemos algo en la

prensa nos damos cuenta que la decisión ya está tomada. Desde delegación han tardado casi un mes en dar cita a las familias para explicar esta reordenación, y la cita se ha convertido en sorpresa. Una cita con un representante de cada AMPA, el día 18, con todas los centros involucrados en este sinsentido. Es decir, que no ha tenido en cuenta la situación particular de cada centro, sino que pretende aplicar tabla rasa y que los argumentos sirvan tanto en Baza como en la Alpujarra.

Dónde queda el buen hacer de nuestros docentes, los premios educativos que la escuela rural consigue, sus proyectos educativos de éxito. Todo el trabajo por la borda, pero me pregunto ¿por qué?

Pues creo que no es difícil llegar a la conclusión. Con el mismo argumento que se utiliza para cerrar las unidades de la ESO en estos centros se justificarán en un futuro, no muy lejano, el cierre de los centros pequeños y el reagrupamiento en centros más o menos cercanos.

Es decir, lo que se está fraguando es el cierre de los colegios rurales y el desplazamiento del alumnado a centros más grandes en cada comarca, sin tener en cuenta ni el emplazamiento geográfico ni la dificultad de desplazamientos en determinadas zonas de la provincia.

Por eso creo que ha llegado la hora de decirle que “esa mentira no es verdad, señor delegado”. Que no estamos dispuestos a que se retuerzan los argumentos para debilitar la escuela rural.

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