El okupa de Cerro Gordo

Para el dueño desalojado de la vivienda existía un peligro inminente y para los okupas, al parecer, no lo hay

Pues sí. Esta que voy a contar es una historia más de esta Andalucía en la que aprovechan que es el día de la comunidad para decir que todo va de puta madre. Donde los políticos y los que hacen estas leyes de chichinabo creen que están mejorando la sociedad en la que vivimos. Lo que voy a contarles no deja de ser una de las arbitrariedades y contradicciones que provoca una legislación pensada con el culo. Verán. En el año 2011 o 2012, no me acuerdo bien, hubo un deslizamiento del terreno en un paraje de Cerro Gordo, en La Herradura. Como consecuencia del mismo algunas casas construidas allí por los Rodríguez Acosta, una familia de banqueros y pintores reconvertida en constructores, quedaron resquebrajadas y muy afectadas. Los informes geotécnicos de Universidad, de las constructoras y las promotoras dijeron que allí se podía construir y se construyó. Cosas que pasan en este país con tanto sinvergüenza, especulador y avaricioso suelto. En esos tiempos de 'mantente en pie mientras cobro'. Pues bien, en 2013 llegó la policía local de Almuñécar a desalojar y precintar algunas casas en una promoción llamada Pueblo. A los propietarios los echaron a la puta calle porque, según los técnicos municipales, aquellas casas podían caerse. "Ruina inminente de facto", decía el informe del técnico municipal. Los dueños de las viviendas salieron aprisa y corriendo solo con lo puesto, como quien dice. Pues bien, han pasado más de diez años y las casas no solo no se han caído, sino que han sido okupadas ilegalmente por personas ajenas a la propiedad. Un allanamiento de morada en toda regla. El presidente de la comunidad llamó hace unos días a las fuerzas del orden para decirles que una casa de aquellas que presuntamente era de las más afectadas, una que estaba en "ruina inminente", había sido okupada por una familia. Usurparon el inmueble el día nueve de febrero y allí siguen. Cuando se presentaron las fuerzas del orden solo se limitaron a identificar a los okupas, pero no les obligaron a desalojar la vivienda en ruinas. Es más, dijeron que en esos casos ellos no pueden hacer nada. También el alcalde almuñequero ha dicho que tiene las manos atadas. En fin, que para el dueño de la vivienda existía un peligro inminente y para los okupas, al parecer, no lo hay. ¿Y si se cae la casa y pilla debajo a los okupas? En fin, que parece que aquí nadie sabe lo que hay que hacer. Como suele pasar.

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