¿se acuerdan de aquella frase irónica y burlona de Piolín cuando el gato Silvestre lo perseguía? "Me pareció ver un lindo gatito". Pues eso es lo que parece emular el felino de la imagen, escapando por esta fachada de bloques de hormigón en una de la calurosa tarde de finales de junio de ayer. Y es que nadie quiere quedarse al descubierto con el astro rey golpeando con toda su fiereza. Las calles de la provincia se quedan desiertas durante las horas de más calor, haciendo bueno aquel dicho de que "no hay ni el gato".

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