Mejor que la vergüenza socialista de Navarra y las desvergüenzas del PSOE y Ciudadanos retratadas por Rubén Amón en su artículo Los cantantes calvos: "Impresiona y enternece el esfuerzo de ilusionismo con que los partidos políticos disfrazan los acuerdos con los aliados tóxicos. Ciudadanos finge una animadversión a Vox equivalente al rechazo que el PSOE opone a Bildu, pero ambas formaciones constitucionalistas terminan recurriendo a la letra pequeña del pacto mefistofélico" (El País). Mejor que Vox llamando a Rivera "acojonado", "sinvergüenza" y "lameculos de Macron", Cs replicándole con argumentos tan maduros como "¡qué nivel, Maribel!" y vídeos de Locomía, el PP llamando a Vox "ultraderichita cobarde" o el PSOE coaligándose con Geora Bai, Podemos e IU y contando con la abstención de Bildu.

Mejor que todo esto, de lo que inevitablemente tienen noticia, prefiero seguir recomendándoles El diamante de Moonfleet, añadiendo hoy al libro publicado por Zenda Aventuras la magistral película que le dedicó en 1955 Fritz Lang, autor no sólo para cinéfilos: inició su carrera en los años 20 con las películas de aventuras Las arañas o Los espías y la cerró en 1959 y 1960 con El tigre de Esnapur y La tumba india -que vi una y otra vez de niño- y Los mil ojos del Dr. Mabuse. A la Metro no le gustó por "oscura", la distribuyó mal y en España ni siquiera la estrenó. A Truffaut y los de Cahiers les entusiasmó por las mismas razones que habían disgustado a la Metro: su carácter de ópera oscura puesta en música por Miklós Rózsa, con uno de los más hermosos arranques góticos de la historia del cine.

Cuando en los 80 se estrenó en España, Ángel Fernández Santos la saludó así: "Cada plano es un acto y cada acto una gloria de la inventiva, una sucesión de joyas de cine puro, no contaminado, clásico". Y en La hipótesis del cine, Alain Bergala escribió: "Sabemos lo que representó Los contrabandistas de Moonfleet para una generación de cinéfilos que establecieron un vínculo de por vida con el cine. (…) Les hablaba, mejor que cualquier otra, de su relación con el mundo; un niño, como ellos, ve cosas que siente que le conciernen, que son vitales para él, aunque no esté en condiciones todavía de comprenderlas completamente, sino sólo de intuirlas". Así que refrésquense con esta novela y esta película. Para piratas, mejor estos de ficción que los de la realidad política.