Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Alemania acaba de anunciar su apuesta de rearmar al país frente a la amenaza de Rusia y, por eso, deja abierta la puerta a convertir la mili en obligatoria si no se cumplen los objetivos de reclutamiento que se acaban de plantear.
El Gobierno alemán envía una carta a jóvenes para solicitar su incorporación voluntaria al servicio militar; la carta es de repuesta obligatoria para los varones y voluntaria para las mujeres. En caso de no alcanzar la cifra de 40.000 voluntarios para incorporarse al servicio militar con un buen salario, no se descarta restablecer la obligatoriedad de este servicio.
La noticia pone de manifiesto el cambio que se está produciendo en la actualidad en todo lo relativo a la defensa y no se puede desconectar de la estrategia de la OTAN de fortalecer los mecanismos y los recursos destinados a la defensa militar de occidente, dadas las nuevas amenazas que se ciernen sobre los diferentes países de nuestro entorno. Malos tiempos para la lírica, podríamos decir.
Cabe preguntarse si esta iniciativa es algo aislado que va a ocurrir solamente en Alemania o si, por el contrario, será el camino a seguir por el resto de países del grupo al que España pertenece como miembro de la OTAN.
Y es que el camino emprendido por Alemania puede ser una línea que sigan intentando otros países en el futuro y que sea algo que pueda enmarcarse en los debates generados hace pocas semanas en relación a la necesidad de incrementar los esfuerzos de inversión para generar nuevas y mayores capacidades de defensa en el marco de la OTAN.
Este es un asunto de enorme trascendencia que requeriría una reflexión y un debate en profundidad en el marco de la orientación de nuestras políticas públicas de defensa; algo serio está pasando en el mundo que vivimos porque parece claro que los liderazgos y los objetivos geopolíticos están en profunda transformación dibujando escenarios muy diferentes a los que hemos conocido tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
Es por eso que convendría tratar la situación con la máxima seriedad y serenidad pero, al tiempo, desarrollando por parte de las fuerzas políticas un ejercicio de transparencia y amplia participación social para dibujar las respuestas adecuadas basadas en el máximo consenso social y político. La iniciativa de Alemania con este anticipo de vuelta a la mili no me parece una simple anécdota; es algo a tener en cuenta con enorme seriedad y rigor.
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