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Tribuna de Opinión del Colegio de Arquitectos sobre Romayla
Granada/El Colegio de Arquitectos de Granada, ante el debate surgido en diferentes medios de comunicación en relación a la Ordenación del paseo de Romaylapaseo de Romayla quiere manifestar que ha sido redactado por un equipo multidisciplinar integrado por hasta ocho técnicos con titulaciones que incluyen desde arquitectos, aparejadores e ingenieros industriales, de montes y forestal. Además, cuenta con el informe favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio, órgano consultivo de la Delegación de Cultura, con competencias en Patrimonio, Ordenación del Territorio y Urbanismo, entre cuyos miembros se encuentra la UGR, asistiendo como invitados los Colegios Profesionales de Arquitectos, Aparejadores y Arqueólogos.
No se trata, pues, de "actuaciones improvisadas y carentes de una mínima coordinación" como ha manifestado la Real Academia de Bellas Artes de Granada en un comunicado que ha hecho suyo la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, considerando que el proyecto está falto de un análisis de la finalidad perseguida, cuestionando "si se concibe como un lugar para ser mirado, como lo ha sido hasta la actualidad o si se pretende su urbanización".
Entendemos que no cabe duda, de la finalidad del proyecto que no es otra sino la recuperación y adaptación, para el uso, disfrute y conocimiento de un espacio desconocido para la ciudadanía y que representa como ninguno los valores y el concepto de paisaje cultural. Considerar que el lugar está concebido "para ser mirado , como lo ha sido hasta la actualidad" reflejaría una opinión cortoplacista que se correspondería con el espacio de tiempo que transcurre durante la segunda mitad del siglo XX en la que el espacio se cierra a la ciudad, privando a varias generaciones de un entorno único en el que yacían semienterradas las estructuras de las que teníamos conocimiento por los grabados y fotos de los viajeros románticos, sin que el imaginario popular tuviera certeza de la veracidad de esas imágenes o de su localización.
Considera la Academia como "ausencia clamorosa" que el proyecto no incluya el Barranco del Rey Chico creando "un paseo que no empieza ni termina en parte alguna, ni en la Alhambra ni en la ciudad, cuando debería ser un elemento de conexión entra ambas". El Colegio de Arquitectos coincide en que lo deseable sería la actuación total, si bien el proyecto contempla la futura conexión con el barranco del Rey Chico y prevé una situación transitoria mientras se libera el cauce del arroyo dando, por tanto, continuidad a todo el paseo, que empieza en las Chirimías y termina en el puente del Aljibillo conformando con el Paseo de los Tristes un recorrido circular.
Exponen los académicos que "antes de proceder a cualquier intervención, lo razonable e imprescindible sería realizar una excavación arqueológica suficiente que localice y recupere los recorridos del agua y los restos de los diversos molinos que flanqueaban la acequia". No tiene constancia la Academia de que "se haya realizado intervención arqueológica alguna orientada al cumplimiento de este requisito completamente esencial e ineludible". Sorprenden las declaraciones de la Academia, cuando en el Proyecto consta el documento Intervención arqueológica Puntual en la margen izquierda del Río Darro que recoge la actividad realizada desde 2017 a lo largo de todo el recorrido de la acequia, concluyendo "que se ha obtenido información valiosísima para el desarrollo de futuros proyectos de recuperación y puesta en valor de este importante espacio".
La Asociación Oppidum Eléberis cuestiona también el proyecto, solicitando su archivo y criticando la construcción de muros de hormigón y la instalación de un ascensor. El proyecto contempla una diagnosis muraria restituyendo o consolidando las partes dañadas de los muros existentes, que son mayoría, y ejecutando nuevos muros en aquellas partes en las que no existe contención o si existe está en estado de ruina. Corresponde al técnico facultativo la decisión que mejor considere, cumpliendo con la normativa vigente y siempre del lado de la seguridad y la economía, respecto del diseño y ejecución de las nuevas estructuras de contención de tierras.
Dado que el paseo será accesible desde la explanada del Rey Chico se preguntan los detractores del proyecto si tiene sentido la instalación de un ascensor dado que su construcción generará un importante desmonte del terreno natural. Teniendo en cuenta que en el edificio del Hotel Reuma, a escasos 30 metros de la placeta de Chirimías, va a albergar un Centro de información y servicios, supondría una clara discriminación para las personas con movilidad reducida no disponer de un itinerario accesible que permitiera salvar los casi 6 metros de altura que separan la placeta del edificio, obligando a un recorrido alternativo de ida y vuelta de aproximadamente 1 kilómetro.
El proyecto cumple con la Ley de "igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad" y con la Orden VIV/561/2010 que la desarrolla, y que obliga también a proteger los desniveles con barandillas de altura superior a 90 centímetros y a que el pavimento tenga una compactación del 90% proctor para tener la condición de recorrido accesible.
La edificación se encuentra protegida dentro del entorno del BIC Alhambra estando sujeta a las determinaciones del Plan Especial y del Plan Director del Monumento, que contemplan su rehabilitación para centro divulgativo orientado a acercar la Alhambra a la ciudad por parajes y vías históricas, por lo que no procede ni su demolición ni su reducción en altura.
Recientemente se ha aprobado, tras exposición pública en 2019, el Estudio de Detalle que ordena el Paseo del Hotel Reúma, siendo el único vestigio edificado que queda en la zona, coincidiendo los numerosos informes históricos en resaltar la falta de información asociada a los cármenes del paseo que se reducen a fotografías panorámicas de la 2ª mitad del siglo XIX.
Ante esta ausencia constatada de datos y referencias más concretas, pudiera resultar arbitrario elegir el momento histórico para fijar la imagen del edificio a recuperar.
Actualmente está pendiente de fallo el concurso de ideas para su rehabilitación conservando la configuración general y respetando su valor histórico.
Tras un análisis exhaustivo del proyecto y sin entrar a considerar las cuestiones formales, del mismo, competencia del equipo redactor, la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos entiende que el proyecto ha sido redactado cumpliendo con la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y con el resto de normativa vigente, siguiendo una metodología precisa y con un grado de intervención compatible con el BIC en cuyo entorno se encuentra, no alterando la contemplación, ni percepción del monumento y cumpliendo con las determinaciones urbanísticas en vigor.
El Colegio de Arquitectos de Granada, a través de su Junta de Gobierno, realiza el presente manifiesto en cumplimiento de sus fines estatutarios de servicio al interés general en la arquitectura, el urbanismo, el medio ambiente y la conservación y enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico, y desde el más absoluto respeto a las diferentes consideraciones surgidas en el debate suscitado se ofrece a servir como foro de diálogo para la mejor realización del Proyecto de Ordenación del Paseo de Romayla.
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