La Casa de la Pródiga se abre al público como destino turístico

La Mancomunidad de Municipios de Baza finaliza la rehabilitación de La Granja, que funcionará con un doble uso: por un lado será lugar de visitas y, por otro, alojamiento

1. Imagen de los exteriores de La Granja, popularmente conocida en la zona como La Casa de La Pródiga, en honor a quien se inspiró en ella para recordar en una novela sus andanzas por estos bellos parajes granadinos como candidato a diputado: Pedro Antonio de Alarcón. 2. Molino de agua que forma parte del Centro de Interpretación del Agua que acoge la infraestructura en su parte inferior . 3 y 4. Estancias superiores de la Casa de la Pródiga, habilitadas como alojamiento turístico rural./Imágenes: Lidia M. Ucher
Lidia M. Ucher / Baza

Baza, 19 de octubre 2008 - 05:01

Las aguas del Negratín parecen haberse abierto en su mermada cola por efecto de la sequía para dar paso a la auténtica peregrinación de visitantes que estos días ha cruzado las puertas de la casa de La Granja, abiertas de par en par al público como jubilosa celebración de su recién estrenada condición de lugar turístico universal.

Y como buen peregrino, han traspasado el portón de esta casa como cumpliendo un sueño: el de conocer por dentro una lugar que muchos recuerdan desde su infancia pero al que tenían vetada la entrada, que fue privada durante siglos hasta su expropiación en los años ochenta por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que hizo uso exclusivo de sus dependencias y a las que sólo algunos invitados tuvieron el privilegio de acceder.

Tras meses -y años- de negociaciones, la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Baza ha devuelto a la finca el esplendor de sus primeros tiempos. Esta vez, para disfrute de todos, porque tras la rehabilitación de la casa, se le ha dado doble uso como centro visitable y alojamiento turístico.

Todo un anhelo para propios y un lujo para ajenos a esta emblemática mansión, popularmente conocida en la zona como "La Casa de La Pródiga", en honor a quien se inspiró en ella para recordar en una novela sus andanzas por estos bellos parajes granadinos como candidato a diputado: Pedro Antonio de Alarcón.

Ya son más de 300 visitantes los que en estas jornadas de puertas abiertas han quedado embelesados por el gusto con el que están decoradas sus dependencias interiores, en especial las habitaciones de las plantas superiores, habilitadas como alojamiento rural y que gestiona la misma empresa que abrió recientemente el Hotel Alcanacia, cumpliendo así el compromiso de conceder públicamente a empresarios del altiplano granadino el aprovechamiento turístico de La Granja.

También se han recuperado las fuentes, los estanques y las escaleras que rodean el edificio. En la planta inferior, la Mancomunidad de Municipios, que tiene cedido su uso por un periodo de diez años, la destinará a centro de visitantes, exposiciones y eventos culturales, inaugurada con una muestra de artistas del Altiplano y Guadix. Más adelante, se prevé su musealización como Centro de Interpretación del Agua, con el que la Mancomunidad no quiere dejar pasar lo que ya se evidencia como un problema: la escasez de agua.

De hecho, el nivel del agua del pantano del Negratín, que pintaba azul el horizonte de La Granja, ha descendido hasta prácticamente secar la cola del embalse tal y como se puede observar a pocos metros de la histórica finca. "La recuperación de La Granja y su apertura al público tanto como centro cultural como alojamiento rural supone un impulso determinante para el desarrollo turístico de la comarca de Baza, que además se convierte en una nueva oferta de servicios para los ocho municipios de la Mancomunidad", declaró el presidente del ente supramunicipal, Pedro Fernández, que inauguró la nueva etapa de La Granja junto a los delegados de Turismo y Empleo de la Junta.

Como proyecto de "interés social", en esta segunda oportunidad se han invertido 375.000 euros, entre la Consejería de Empleo y la propia Mancomunidad. La secular historia de la Granja data con su construcción en el siglo XVI, época en la que fue propiedad, junto a los antiguos Baños de Benzalema, del monasterio de San Jerónimo de Baza, fundado en 1502 por María de Luna y Enrique Enríquez, tío carnal de los Reyes Católicos. Tras la desamortización de bienes de la Iglesia, La Granja tuvo varios propietarios hasta su expropiación para construir el embalse.

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