El campo, pese a tener siempre las dificultades propias del sector, se ha erigido en el año del coronavirus como un gran bastión de la economía y la salud de los españoles. Qué decir del aceite de oliva, que si antes de la pandemia clamaba por la injusticia de los precios, ha seguido remando para que el oro líquido llegue a casa de todos los españoles y de foráneos. Este año, incluso, la campaña se presenta más benigna y en la provincia de Granada la producción crecerá un 4,6%. 

En Granada se producirán 125.000 toneladas de aceite de oliva según las estimaciones del aforo del aceite de oliva por detrás de Jaén (670.000 toneladas) Córdoba, con 317.000 toneladas de aceite, y Sevilla, con 135.000. Menos que Granada producirán Málaga, con 72.000; Almería, con 12.100; Cádiz con 9.700 y Huelva, con 7.400. 

En global, a nivel regional, el aforo del aceite de oliva prevé una producción total en Andalucía de 1.348.200 toneladas de aceite, un 50,2% más que la pasada campaña, y una producción nacional de 1.680.000 toneladas.

La consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha señalado hoy en la presentación del aforo en Jaén que se trata de una campaña atípica debido a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus, por lo que habrá que extremar las precauciones en la recogida de aceituna, para lo que ha recordado que ya se han publicado una guía.

Para esta campaña se espera en Andalucía una producción total de más de 6,5 millones de toneladas de aceitunas y 1.348.200 toneladas de aceite, lo que supone un 50,2% más que la pasada campaña y un 22,5% más que la media de las cinco últimas.

Esto se ha debido, según han explicado durante la presentación, a las abundantes lluvias y buenas temperaturas que hubo en primavera, que permitieron un buen cuajado del fruto, aunque después perjudicaron en parte las altas temperaturas de los meses de julio y agosto y la falta de lluvias de los últimos meses que aún puede afectar a la producción.

La producción sube en todas las provincias, a excepción de Almería, donde se reduce un 22 %, mientras que aumenta especialmente en Jaén (69 %), Córdoba (62 %), Sevilla (35 %) y Málaga (31 %), seguida de Cádiz (17,6 %), Granada (4,6 %) y Huelva (2,3 %).