La Guardia Civil de Armilla ha recuperado en este municipio una pieza perdida que formaba parte del conjunto protegido del antiguo pueblo minero de Alquife. Se trata de una de las campanas de la iglesia de esa pequeña aldea sin uso desde el abandono de la explotación de la mina. La Delegación de Cultura de la Junta ya está informada, al tratarse de un elemento patrimonial protegido. 

La campana, que no sería de factura muy antigua (mediados del siglo XX), se encontraba en paradero desconocido y su robo había sido objeto de una denuncia del Obispado. Pero es parte de un conjunto que sí está declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El resto de campanas de la misma iglesia están en otras dependencias religiosas de la Diócesis, que ya ha recibido la pieza robada. 

La Guardia Civil ha conseguido dar con la campana tras una investigación que dio sus frutos cuando el presunto autor de la sustracción trató de venderla a través de una tienda especializada en antigüedades.

La campana fue recuperada por las autoridades la semana pasada, hecho que fue puesto en conocimiento de Cultura de forma prioritaria, al tratarse de un bien protegido. Hoy mismo ha sido entregada por la Guardia Civil a la Diócesis de Guadix, que valora muy positivamente la recuperación de esta pieza de gran valor para el mantenimiento de un conjunto de enorme peculiaridad. 

El pueblo minero de Alquife es un conjunto de casas, calles y edificios de uso común creado en el siglo pasado para la vida de todos aquellos trabajadores de la mina de hierro. Su característicos color rojo y el abandono del poblado, le han dado un aire de pueblo fantasma y durante los últimos años se han barajado varios proyectos para su puesta en valor como zona turística. Precisamente su iglesia, que albergaba la campana rescatada ahora, se pensó como lugar ideal para albergar un centro de interpretación del conjunto.