Granada es una provincia con muchos pueblos y con mucha locura. Tanta, que en verano hay unos irreductibles alpujarreños que se ponen antifaz y matasuegras para meterse entre pecho y espalda doce uvas. Es la Nochevieja de Bérchules, el cotillón de agosto que cada año congrega a los berchuleros (son unos 700 habitantes y los que están ya fuera y eligen esta fecha para volver), a granadinos en busca de un fin de semana diferente y a curiosos de muchas partes que no quieren perder la ocasión de celebrar la Navidad a cuarenta grados. Ahora la fiesta ha sido declarada por la Junta de Interés Turístico.

Esta singular fiesta, que lleva celebrándose un cuarto de siglo aunque este año ha sido cancelada por el coronavirus, tiene su intrahistoria en el apagón de 1994 que dio origen a la tradición más señera de esta localidad de la Alpujarra de Granada. La idea es disparatada pero muy simpática, de ahí que cada año vengan teles y periodistas nacionales e internacionales a hacerse eco de este anomalía estival

Para la Junta de Andalucía no ha pasado desapercibido el enorme impacto de esa Nochevieja de agosto de Bérchules y es por ello que ha publicado hoy en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la clasificación de la fiesta como de Interes Turístico. En el documento  se recoge el proceso llevado a cabo por el Ayuntamiento para conseguir este reconocimiento que pone de manifiesto "su especial importancia como recurso turístico andaluz".

El origen de la fiesta tiene lugar a raíz de un corte de suministro eléctrico en la Nochevieja de 1994, circunstancia que ocurría con frecuencia por las inclemencias del tiempo. A consecuencia de ello se organizó una manifestación en la que participó el 95% de la población y a partir de la cual se acordó que para garantizar dicha celebración, ésta se hiciera el primer sábado de agosto.

El éxito de dicha celebración hizo que se continuara con ella, consolidando la fiesta. Así, el primer sábado de agosto por la mañana, comienza la fiesta con un pasacalles en el que participa la tradicional borriquilla cargada de mantecados y polvorones. Posteriormente una charanga anima a los asistentes y por la tarde tienen lugar diferentes actividades, como el concurso de Belenes y la Cabalgata de los Reyes Magos, cargados de anís y mantecados. A las oce de la noche se celebran las uvas, momento en el que se reparten bolsas de cotillón y posteriormente se celebra un concierto.

Esta fiesta reúne en la localidad, que tiene una población de unas 714 personas aproximadamente, en torno a 10.000 visitantes. La mayoría de ellos provienen de provincias próximas como Almería o Málaga, aunque también es significativa la afluencia de turistas de otras Comunidades Autónomas como Murcia, Madrid y Cataluña, así como de otros países como Alemania, Francia o Inglaterra.

El Consistorio de Bérchules solicitó a la Consejería la declaración el 13 de octubre del año pasado y la Delegación de Turismo de Granada emitió su informe a inicios de marzo de 2020. En mayo fue la Secretaría General para el Turismo el órgano que también se pronunció en sentido favorable a la declaración. De ahí el expediente pasó al Consejo Andaluz del Turismo, que emitió un dictamen positivo el mismo mes de junio, lo que originó la propuesta formal una vez reconocido el cumplimiento de los requisitos y criterios exigidos.

El delegado de Turismo de la Junta en Granada, Gustavo Rodríguez, ha destacado que "la declaración de Interés Turístico es un reconocimiento por parte del Gobierno andaluz del esfuerzo realizado por el pueblo de Bérchules para mejorar y potenciar sus señas de identidad y sus tradiciones".

Rodríguez ha puesto en valor que los berchuleros "han conseguido convertir un incidente hace años en plenas Navidades, en una fiesta que es ya una fecha marcada en el calendario veraniego de la provincia de Granada".

En este sentido, ha recordado que la Consejería que lidera Juan Marín "promociona y fomenta el turismo que se nutre de nuestras costumbres, conservando su trascendencia e importancia y sumando a la vez todas las mejoras que puedan contribuir a difundir su conocimiento y esta declaración es precisamente uno de los instrumentos que ofrece para la puesta en valor de nuestra singularidad y riqueza".