El derrumbe de una ladera sobre 4 casas cueva obliga a desalojar a un matrimonio
La vivienda más afectada no se encontraba habitada ya que sus propietarios habían decidido empezar a reformarla
Si la pasada semana el susto fue en Marchal, ayer le tocó a Graena, uno de los municipios más afectados por el derrumbe de casas cueva en el lluvioso invierno de 2009. Y es que la lluvia no dejó de caer durante todo el viernes, lo que hizo que a las seis y media de la mañana de ayer, una ladera se viniera literalmente abajo afectando a cuatro casas cueva.
Por fortuna, la casa más afectada no se encontraba habitada en ese momento porque estaba siendo reformada. Las casas aledañas, un total de tres, fueron precintadas por los bomberos que desalojaron a una familia mayor a una casa cueva que tienen justamente al lado como medida de prevención. Fuentes del Servicio de Emergencias del 112 explicaron que fue en torno a las 10:30 horas cuando el propio alcalde del municipio, Antonio Sánchez Navarro, alertó del desprendimiento de la ladera en la calle Molineros del municipio.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los Bomberos de Guadix, así como un asesor técnico del 112 para inspeccionar la zona. Un matrimonio mayor que vivía en una de las casas afectadas fue realojado en otra vivienda que no ha sufrido ningún desperfecto, mientras que la otra casa cueva afectada, en la que vive otra pareja, no tuvo que ser desalojada dado que se desplazaron dentro de la misma vivienda a una zona segura.
Los desalojados, José Martínez Hernández, de 78 años, y Aurora Cabrera Cabrera, de 76, llevan viviendo en la cueva ubicada en la calle Molineros cuarenta años. José relataba ayer aún con el miedo en el cuerpo: "Aquí es la primera vez que nos ha pasado esto. Estaba hundido, hasta que se ha venido todo abajo. A las siete de la mañana estábamos durmiendo y hemos sentido un gran golpe. Ya se estaba viendo desde hace dos semanas que se iba a caer".
Han tenido la suerte de contar con otra cueva al lado donde poder realojarse "Estoy diciendo desde hace días que esto se viene abajo y no han hecho caso hasta que se ha caído. Ahora el peligro es que siga lloviendo y ya no nos fiamos", afirma.
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