Regreso a las carreteras nacionales camino de la Costa: bares de carretera, pueblos cercanos y atascos

Quien durante estos días quiera bajar a la Costa Tropical o subir a la capital, deberá acordarse de echar en el coche algo de paciencia. Las obras en un tramo de la A-44 por las obras de emergencia de Rules obliga a los conductores a utilizar la antigua carretera, lo que supone un trayecto más largo, pero también un viaje al pasado, a ese en el que las cosas se hacían con más calma y en el que no se vivía a golpe de lo que marca un vídeo de Instagram o TikTok. La N-323 obliga a los usuarios a reducir su marcha, a estar atentos a lo que sucede a su alrededor y volver a conectar con unos paisajes que han permanecido casi intactos al paso del tiempo en los que conviven los vecinos de los pueblos que hay a su paso y los negocios de la zona que tras el golpe que recibieron en 2009 con la apertura de la autovía y el éxodo de coches, consiguieron reinventarse y hacerse su hueco.

Un cartel advierte un poco antes del puente de Ízbor que a dos kilómetros llega el famoso desvío por el corte, allí los usuarios deben tener cuidado porque se va a producir una reducción de velocidad y carriles, de 120 a 80 y poco después a 60. Nada más entrar en la antigua N-323, los estragos del incendio que azotó hace justo tres años a la zona de Los Guájares, Pinos del Valle, Albuñuelas y Vélez de Benaudalla saluda a los usuarios. El verde se abre paso en la zona quemada, pero en la distancia se diferencia con claridad la zona que fue afectada. A continuación Acebuches e Ízbor. Desde aquí, los vecinos ven como ha aumentado considerablemente el tráfico frente a sus casas, aunque frente a lo que muchos podrían pensar que esta vuelta a lo de antes podría suponer también el aumento de visitas en los pueblos, de momento la cosa sigue la misma dinámica.

La diferencia de tiempo entre una vía y otra no es muy significativa, al menos si no se pilla algún atasco importante en la zona, pero sí es toda una experiencia. Manolo Romero, vecino de Armilla, señala que este viaje le ha hecho revivir un poco de sus años mozos. "El viaje te despierta sensaciones y recuerdos porque hace muchos años que no pasaba por esta carretera. Siempre buscas lo más rápido y cómodo, y si te ahorras un poco de tiempo en la autovía, no pasas por aquí. Me he visto a mí mismo sentado en el Seat 124 de mi padre y con toda la familia, cuando bajábamos un fin de semana a Almuñécar para echar el día en la playa".

Por su parte, Carmen García, vecina de Motril, sube y baja tres días en semana a Granada para trabajar en la oficina. "Ahora mismo estamos con el sistema híbrido de teletrabajo y tengo que subir tres días en semana. La carretera de Vélez me la conozco porque alguna vez hemos ido a comer al Surtidor o hemos dicho de ir al merendero que hay, es bonita, pero es verdad que es un latazo cuando te encuentras más bicicletas de la cuenta y tienes que reducir más de la cuenta la velocidad. Ahora no sé cómo irá la cosa, de momento he tenido que hacer el camino en ambas direcciones tres veces y creo que he tenido suerte, pero veremos a ver más adelante".

En la gasolinera que hay en el camino tras pasar la presa, Vytas, uno de los empleados de origen lituano que lleva toda la vida viviendo en la Costa, mira por la ventana del establecimiento dirección la carretera para ver el paso de varios camiones. Sobre si este aumento del tráfico les va a suponer un beneficio de la zona tiene dudas. "Aún es pronto para saber si repercutirá o no de forma positiva. Los que estamos por aquí tenemos nuestros clientes fijos, aquí por ejemplo hay gente que viene de otros pueblos expresamente para repostar porque tenemos los precios más competitivos de la comarca. Nos viene gente incluso de Málaga, que viene a echar el día y ya aprovechan y se van con el depósito lleno, pero es porque nos conocen. El que tiene que hacer el trayecto por trabajo o porque sube a Granada o baja a la costa, normalmente viene ya con la gasolina echada o reposta en las gasolineras que hay antes de los desvíos".

Aunque sí que le preocupan los fines de semana. "Aquí el problema gordo puede ser en fin de semana. Esta carretera es muy transitada de por sí por los ciclistas o por grupos de moteros que vienen a disfrutar del paisaje con sus motos, y hay veces que van a una velocidad buena. También hay que tener cuidado con los jabalíes, que aquí más de uno ha tenido un porrazo con los marranos que se te cruzan de buenas a primeras".

Durante la conversación entra en la gasolinera un hombre que lleva varios meses trabajando en la zona en una de las obras, para comprar un refrigerio, que tras escuchar lo de los jabalíes asiente con la cabeza entre risas y apunta que a ver lo que tarda alguien en tener un accidente por eso. "Esos bichos te dan un golpe en el coche y como tienen la piel tan dura, te lo destrozan".

Al poco aparece Sofía, una vecina de Belicena que veranea en su casa de Calahonda y que ha parado a repostar antes de emprender el camino de regreso a casa después de todo el verano. "¿Se puede seguir para arriba para ir a Granada o por dónde me tengo que meter? He visto en las noticias que han cortado la autovía y no sé si puedo seguir por aquí o tengo que ir a otro sitio. He parado a repostar y no sé qué me voy a encontrar realmente".

A pocos metros de la gasolinera se encuentra El Surtidor. Allí el vaivén de personas que llegan y van para degustar algunos de los platos de la carta es constante. Muchos fines de semana es casi imposible conseguir mesa si no se reserva, y entre semana, algo más aliviada la cosa, también se ve el gran trasiego que tienen. Andrés Castillo, el dueño del establecimiento apunta que cree que lo de la carretera les puede afectar de forma negativa. "Hay muchos clientes mayores que vienen de Motril, de Lobres, Salobreña o Almería y que con tanto tráfico y camiones no se meten en la carretera o lo hacen una vez a la semana en vez de dos. Llevamos unos días con la carretera abierta y aquí tenemos a los mismos clientes, damos los mismos desayunos y servimos las mismas comidas, creo que a nosotros ni nos perjudica ni nos afecta, estamos bien como estamos porque al final vienen los clientes de siempre".

Castillo señala que para lo que puede venir bien es para que aquellos que no conocían la zona, en otra ocasión se pueda plantear el tirar por aquí y les de curiosidad por probar uno de los restaurantes que hay en la carretera, o ver la zona. "Creo que los fines de semana son los días menos llamativos para animarse y venir por esta zona, por los atascos principalmente. Han hecho unos 'scalextric' muy raros, y habrá mucha gente que intente evitarlo. Y menos mal que no lo han hecho en verano porque se habría liado la mundial".

Una petición a los vecinos para descongestionar las vías

Quienes más están notando este desvío de la carretera son los vecinos de Vélez de Benaudalla. El Ayuntamiento les ha comunicado que, debido al corte de la autovía, y el consiguiente incremento de la circulación en el municipio, está prohibido estacionar en la calzada de las calles Mariana Pineda y Federico García Lorca, salvo para los vehículos que hayan sido expresamente autorizados y operaciones de carga y descarga de los establecimientos ubicados en la zona. Desde el Consistorio señalan que estos tramos se encuentran vigilados por cámaras de tráfico y por la propia Guardia Civil de Tráfico, por lo que de estacionarse de forma indebida los vehículos pueden ser sancionados.

Sobre la repercusión que puede tener el aumento del tráfico de coches en los negocios de la zona, el alcalde veleño, Francisco Gutiérrez, es tajante y señala a Granada Hoy que no cree que el impacto aumento mucho de forma positiva en los negocios de la zona que tienen ya su clientela fija. "Esto puede servir para la gente más joven que está más acostumbrada a circular por la autovía, pueda descubrir el paisaje que tenemos y la maravilla que tenemos de río Guadalfeo, que está en peligro. Tenemos un entorno medioambiental maravilloso que está amenazado porque quieren destruir el tradicional sistema de riego por acequias, y esto repercutiría de forma muy negativa en todo el entorno, y por consiguiente en los negocios".

Por otra parte, avanza que están en conversaciones con la Subdelegación del Gobierno en Granada y los ingenieros de Fomento para buscar una solución o alternativa en el actual cruce de caminos entre Rules y Vélez. Antes, quienes cruzaban el puente tenían la posibilidad de girar a la derecha, en caso de querer ir dirección Granada, o a la izquierda, si el destino estaba en la Costa. Ahora, con la nueva reordenación, la única posibilidad es la de Granada, por lo que tienen que entrar obligatoriamente en la autovía o atravesar el municipio de Vélez de Benaudalla. "Hemos pedido que pongan un cartel para que los que vienen de La Alpujarra, por ejemplo, sepan que la dirección de Motril hay que hacerla por la autovía, para evitar que la hagan por el pueblo. No obstante, nos han pedido que dejemos libre nuestra travesía por las posibles incidencias de más tráfico por el pueblo, algo que ya estamos notando".