En las 'tripas' de un simulacro

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Los servicios de emergencia ensayan una espectacular evacuación en la playa de Calahonda

Un momento de la intervención programada, en la que se atendió a dos jóvenes de una picadura de medusa.
Rosa Fernández Calahonda

30 de agosto 2016 - 05:01

"Pero ... ¿cómo va ser un simulacro si la chica llevaba las marcas de la picadura de la medusa en la cara y en el cuello ?", preguntaba aún incrédula una bañista a uno de los vigilantes de la playa de Calahonda. La recreación fue tan real que causó gran expectación entre los cientos de visitantes y vecinos que llenaban el domingo esta franja de litoral granadino y que no sabían nada de lo que iba a ocurrir a continuación. Los socorristas realizaron un simulacro de asistencia y evacuación con tanta profesionalidad y dedicación que cuidaron hasta el más mínimo detalle, como pintar con maquillaje las supuestas picaduras de medusa.

La alcaldesa del anejo motrileño, Concepción Abarca, y David Orihuela, coordinador de la Escuela de Rescate y Salvamento, Serviola, empresa concesionaria del servicio de socorrismo en Carchuna y Calahonda, pidieron disculpas a los usuarios de la playa por causar alarma con este ejercicio, pero justificaron su necesidad: "hay que realizarlos para que el profesional sepa cómo reaccionar ante este tipo de emergencias. Y además éste es muy importante porque intervienen fuerzas de seguridad", indicó la presidenta de la ELA.

"Es preciso hacerlo para que experimenten el nivel de estrés y tensión con el que deben actuar", dijo el coordinador de salvamento en estas dos playas, quien informó de que "nadie de los implicados sabía nada" sólo el jefe de la Policía Local y él.

Y es que decenas de personas que estaban disfrutando de la jornada en el litoral se preguntaban unos a otros qué estaba pasando cuando alrededor de la una del mediodía comenzó la acción. David Orihuela, coordinador de Serviola, recibía entonces una llamada en la ambulancia: "Dame información ¿qué ha pasado? ¿qué visualizas?". De esta comunicación fue testigo Granada Hoy, que pudo seguir todo el proceso desde las tripas del simulacro.

Desde la torreta de la zona del embarcadero los vigilantes observaron que dos jóvenes que iban en un hidropedal habían sido atacadas por una carabela portuguesa, una de las medusas más peligrosas. "Una de ellas, con un bikini negro, ha perdido el conocimiento y ha entrado en parada respiratoria, mientras que la otra ha resultado herida de menor gravedad", informaba el socorrista, por lo que requería ayuda para sacarlas del agua.

El veneno de la carabela portuguesa tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor muy intenso, e incluso se han llegado a registras casos de muerte, por lo que no había tiempo que perder.

Orihuela, acto seguido, informa al servicio 112 para que avisen a una ambulancia y a la Policía Local, mientras moviliza dos puestos para colaborar en las tareas de asistencia para las heridas. Ante esta emergencia solicita a sus compañeros que no bloqueen las comunicaciones y que sólo utilicen los walkies para este servicio.

Mientras se desplazan al lugar de los hechos a toda prisa la ambulancia y una patrulla de la Policía Local, una zodiac rescató a las jóvenes heridas y las traslada a la orilla para reanimarlas. Al llegar a la playa, les administran el oxígeno y comienzan las maniobras de recuperación. Son momentos de tensión, porque los bañistas no saben nada. Decenas de curiosos se congregan alrededor mientras los socorristas practican los ejercicios. Algún usuario incluso reprende a un fotógrafo por captar imágenes del suceso.

Ya con el personal de la ambulancia y la Policía Local en el lugar de los hechos, trasladan a una de las jóvenes con una silla al modulo de salvamento mientras que a la otra, con una camilla, la llevan a la ambulancia para que la conduzcan al hospital.

Al finalizar el ejercicio, Orihuela mostró su tranquilidad y satisfacción, "creo que se han cumplido los objetivos y hemos actuado con un tiempo de respuesta muy corto".

Por último, reiteró sus disculpas ante los usuarios por el susto: "tienen que pensar que estas personas que están vigilando las playas son las que si sucediera algo las van a atender, por lo que deben estar preparados". Y que con todo ello, al final lo que se pretende es precisamente una mayor tranquilidad y seguridad para los bañistas.

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