Más evidencias sobre las bondades nutricionales del aceite de oliva

Prevención

Un estudio amplio demuestra que el consumo de aceite de oliva virgen extra reduce hasta un 48% el riesgo de enfermedad cardiovascular

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El estudio descartó los beneficios del consumo de aceite de oliva común, sometido a procesos de refinado. / Archivo
Ramiro Navarro

08 de septiembre 2025 - 09:56

Un alto consumo de aceite de oliva virgen extra (AOVE), superior a 40 gramos diarios, se asocia con una reducción significativa del riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas mayores con alto riesgo, según un nuevo análisis del ensayo clínico Predimed, publicado en American Heart Journal. El primer firmante de este estudio es Javier Pérez de Rojas, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada. El trabajo ha contado con 19 instituciones españolas (universidades, institutos de investigación, hospitales o centros en red como CIBER), un centro estadounidense y dos de Dinamarca.

En sus conclusiones, los autores explican que “el consumo elevado de AOVE se asocia con una reducción sustancial del riesgo cardiovascular en individuos de alto riesgo. Por el contrario, el aceite de oliva común, que carece de polifenoles, mostró asociaciones más débiles, lo que destaca la importancia de diferenciar los tipos de aceite de oliva en las estrategias de prevención cardiovascular”.

El trabajo apunta a sus compuestos bioactivos como el oleocantal y el hidroxitirosol

El trabajo, en el que participaron más de 7.100 personas de entre 55 y 80 años sin antecedentes previos de enfermedad cardiovascular, evaluó de forma anual los hábitos de consumo de aceite de oliva durante un seguimiento medio de 4,7 años. En ese periodo se registraron 621 eventos cardiovasculares.

Los resultados muestran que quienes estaban en el grupo con mayor ingesta de AOVE (unos 49 gramos diarios) tenían un 25% menos de riesgo de sufrir un evento cardiovascularinfarto, ictus, arteriopatía periférica, fibrilación auricular, insuficiencia cardiaca o muerte cardiovascular— respecto al grupo con menor consumo. En los niveles más altos de ingesta (unos 61 gramos diarios), la reducción del riesgo alcanzó el 48%.

Por el contrario, el consumo de aceite de oliva común, sometido a procesos de refinado que eliminan compuestos antioxidantes como los polifenoles, no mostró una asociación significativa con la prevención cardiovascular.

El aceite de oliva, cada vez más consumido en todo el mundo, se ha asociado inversamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV). Sin embargo, estudios previos no evaluaron un amplio espectro de resultados de ECV, no incorporaron evaluaciones dietéticas anuales repetidas ni distinguieron entre el aceite de oliva virgen extra (AOVE) rico en polifenoles y el aceite de oliva común, que carece de estos compuestos.

Ahora este trabajo confirma el papel clave del aceite de oliva virgen extra como piedra angular de la dieta mediterránea, gracias a sus compuestos bioactivos como el oleocantal y el hidroxitirosol, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Predimed es uno de los mayores ensayos sobre dieta mediterránea y sus resultados refuerzan la recomendación de priorizar el consumo de AOVE frente a otras grasas.

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