A las diez de la mañana de este primer viernes de marzo, el primero también de la Cuaresma de 2022, se abrían las puertas de la parroquia de La Magdalena. En la segunda capilla del lado del evangelio, como siempre, aguardaba la imagen de Jesús del Rescate, al alcance de todos y sobre su peana de plata. El Señor del Rescate ha vuelto a cumplir con la cita de cada año para estar más cerca de sus fieles, devotos y vecinos. Un acto que ha contado con una carga de emotividad y simbolismo más allá de la tradicional convocatoria que hace la hermandad al llegar esta fecha. 

Con un ambiente propio de una Cuaresma normal, el otro besapiés de El Rescate -hoy, por restricciones sanitarias, reconvertido y rebautizado como acto de veneración- ha brillado con luz distinta. Así, al menos lo ha confesado el cofrade mayor de la corporación, José Antonio Maroto, quien ha señalado que "volver a vernos en el mismo escenario dos años después, manteniendo vivo el acto y manteniendo la llama encendida, es algo que a todos nos ha llenado de satisfacción y de alegría. Es un momento feliz y que, a pesar de lo comedido que está todo, nos ha dejado ver la ilusión y la alegría en la gente".

Y es que dos años atrás, en 2020, cuando la amenaza del Covid-19 pisaba los talones de a sociedad, la Hermandad del Rescate fue una de las primeras en verse obligadas a tomar medidas para evitar la propagación del virus. Pasado el tiempo, y familiarizados ya con el virus y sus consecuencias, Maroto reflexiona: "la situación, siendo la misma, es diferente. Y por eso la veneración de este año tiene una carga simbólica importante para todos: tenemos la tranquilidad de poder programar los actos sin necesidad de estar ensayando medidas, sin el temor que teníamos hace un año, y aprendiendo a gestionar las colas, las aglomeraciones... En definitiva, los actos salen adelante diferentes, con alegría, sin estar echando el freno de mano a cada momento".

Acto de veneración a Jesús del Rescate

José Antonio Maroto expira confianza pero sin ocultar la emoción que encierran estas fechas. La hermandad celebra el setenta besapiés al Señor del Rescate el cual, adaptando su formato según las circunstancias, se ha venido celebrando ininterrumpidamente. Mientras el maniatado de Diego de Mora aguarda vestido con su túnica de rocalla, entre la clásica estampa del clavel rojo de las jarras, el cofrade mayor confiesa qué supone un día como este para la cofradía. "Estar delante del Señor es siempre emocionante pero esta vez más que nunca. Es emocionante reencontrarte con los hermanos, los vecinos... y acordarte, a su vez de toda esa gente que no va a poder estar. El barrio de la Magdalena ha sufrido mucho durante la pandemia y por eso es ilusionante ver a tantas personas aquí".

El Rescate piensa ya en el Lunes Santo

La gestión que realizó la hermandad el pasado Lunes Santo fue un antes y un después a la hora de organizar el templo y los actos multitudinarios en esta recién empezada Cuaresma. Sin embargo, la hermandad ya prepara, según los datos del año pasado y el desarrollo del acto de veneración de este primer viernes de marzo, cómo será la estación de penitencia del próximo 11 de abril.

Para Maroto el devenir del control y gestión de las masificaciones tanto dentro como fuera del templo está marcada por la experiencia del 2021. "El Lunes Santo del año pasado fue la verdadera prueba de fuego ya que la situación era mucho más compleja, quizá no en cuanto incidencia pero sí en cuanto a las medidas que había que adoptar. Este año tenemos prácticamente una situación normal, aunque aderezada con las mascarillas y demás". Por esta razón, la hermandad ya contempla distintos escenarios en torno a la organización del templo: si el número de hermanos en el cortejo se mantiene o incrementa respecto a los datos de 2019, los tramos de la cofradía se organizarán ya no solo en el interior del templo sino también en un espacio acotado y aledaño a la parroquia. "Contamos con distintas medidas según el escenario que nos encontremos y en qué condiciones sanitarias lleguemos a Semana Santa", aseguran desde la cofradía.

José Antonio Maroto, cofrade mayor de El Rescate: "Los momentos de hermandad nos saben a gloria"

Mientras llega ese momento, el pasado día 1 la hermandad abrió el plazo para el reparto de papeletas de sitio. Las primeras túnicas y capirotes ya han abandonado la casa de hermandad y el cofrade mayor se siente satisfecho. "Ya hemos repartido casi cien papeletas de sitio y ves en la gente emoción, ilusión y agradecimiento. No está siendo como otros años que llegabas a estas fechas con un cierto desgaste, las quejas por las tallas o los nervios. Este año la gente valora mucho más todo y disfruta de cada momento. La verdad, estos momentos de hermandad nos saben a gloria".

El próximo domingo, además, la hermandad realizará su primer ensayo. Para este momento la cuadrilla contará con todos los requisitos sanitarios que ha impuesto tanto la Junta de Andalucía como la Federación. Sin embargo, el optimismo y las ganas de cofradías imperan ante cualquier caso: "En la igualá no ha fallado nadie y, como en años anteriores, hay el mismo número de candidatos para entrar dentro de la cuadrilla". Se nota, se siente. Hay ganas de Semana Santa.