Hubo cofradías de la capital que el año pasado, cuando la crisis económica era ya un hecho consumado, decidieron facilitar a sus hermanos la adquisición de las papeletas de sitio. Un gesto que algunos hermanos mayores reconocieron como necesario en una época en la que los bolsillos comenzaban a vaciarse. Pero la papeleta de sitio es sólo uno de los gastos a los que deben hacer frente los hermanos que salgan en procesión para acompañar a sus titulares por las calles de la ciudad.

La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA/UCE), a través de su estudio titulado El mercado de la devoción, ha intentado trazar un panorama de lo que significa la Semana Santa en clave de consumo. La principal conclusión que extrae la organización es que difícilmente se puede participar en una estación de penitencia por menos de 150 euros, si hay que proveerse del hábito y abonar las cuotas establecidas.

El precio se dispara en aquellas corporaciones cuyos nazarenos han de portar indumentaria elaborada con tejidos nobles como son terciopelos, merinos, brocados...Otros elementos de "lujo" contribuyen a un destacado incremento del gasto. Entre ellos, se hallan los cíngulos y escudos en hilo de oro o zapatos con hebilla de plata. UCA/UCE indica que siempre existen sucedáneos que pueden reducir los costes.

Los nazarenos no son los únicos integrantes de las procesiones que deben costearse la adquisición de las prendas y objetos que componen su indumentaria. Los costaleros también compran el material preciso para respetar la tradición que marque su hermandad y para evitar lesiones en zonas como el cuello.

El mundo de los costaleros es también muy diverso. Las versiones más modestas suponen un desembolso de sesenta euros, aunque se pueden incrementar notablemente en función del virtuosismo que empieza a apreciarse en los diferentes componentes de la indumentaria. Algunas de las prendas que deben tener los costaleros para llevar a sus titulares son camisetas o costales pintados o bordados, prendas de abrigo realizadas y diseñadas ad hoc, fajas y correajes deportivos de alto rendimiento, sesiones de preparación y tratamiento de secuelas, etc.

A pesar del gasto que supone para un hermano acompañar a sus imágenes en estación de penitencia, UCA/UCE reconoce en su informe que después de revisar los precios de prendas y enseres, no se han producido cambios sustanciales en el coste de estos objetos con respecto a años anteriores. Un dato alentador en momentos de crisis como los que se viven en la actualidad.

Negocios on line

La Unión de Consumidores de Andalucía recuerda que hasta hace algo más de una década, el "mercado cofrade" quedaba restringido a los enseres e indumentarias propias de quienes participaban en la celebración. Además, asegura, existía un muy importante flujo económico con epicentro en la hostelería y restauración que dinamizaba de forma considerable la actividad empresarial local, aunque como algo complementario a una celebración en la calle y con fuerte atracción turística.

Los tiempos han cambiado. El "mercado cofrade" tradicional, según recoge el informe de UCA/UCE, conoce límites en la actualidad, aunque esta modalidad ha encontrado un duro competidor. Internet ha transformado casi todos los planos de la sociedad y el comercio de enseres y prendas de Semana Santa no iba a ser menos. Las nuevas tecnologías han propiciado el surgimiento de tiendas en la red especializadas en el mundo cofrade con una oferta "ingente, variopinta y, a veces, pintoresca" de productos de todo tipo.

A las propias hermandades y cofradías el mercadeo electrónico de objetos cofrades les plantea un serio problema, puesto que contemplan como estos negocios virtuales reproducen sus imágenes, símbolos, enseres..., generándoles cuantiosos beneficiosos de los que estas corporaciones no participan.