Llegamos al ecuador de una semana que cuenta el tiempo al revés, echando más en falta los días que han pasado que los que están por venir. Un Miércoles Santo que, con ansiada normalidad, traerá a las calles de Granada cinco nuevas hermandades, dispuestas a realizar pública manifestación de fe saliendo en estación de penitencia hasta la Catedral de Granada. 

El tiempo volverá a dar de qué hablar: la Aemet presenta un parte para este 13 de abril poco prometedor, al menos durante la primera parte de la jornada. Altas probabilidades de lluvia, del 85 al 80% desde primera hora de la mañana y hasta media tarde, cuando se disipa la borrasca; algo que podría terminar por condicionar el futuro de la salida de hermandades como Los Gitanos y Estudiantes.

Si el tiempo finalmente lo permite, a las cinco menos cuarto está prevista la salida de la primera de las cofradías, la de Los Gitanos, desde la iglesia del Sagrado Corazón. Sin embargo, y sujeta al estado del tiempo, la jornada arrancará mucho antes con actos siempre entrañables y que componen parte de esa Semana Santa desconocida para muchos granadinos. Ya que en la iglesia del Salvador, en el Albaicín, la Hermandad del Silencio realizará el traslado del Cristo de la Misericordia hasta San Pedro; y en Santo Domingo, la pregonera leerá y entregará el edicto que portará el romano del misterio del Cristo de las Tres Caídas.

Los Gitanos

Pero no será hasta primera hora de la tarde cuando Los Gitanos den inicio oficialmente al Miércoles Santo granadino. A la Gran Vía llegarán miles de personas para disfrutar de las singularidades que ofrece cada año la estación de penitencia de esta corporación nazarena. El Cristo del Consuelo - réplica del Señor de las Cuevas, de Risueño - y María Santísima del Sacromonte harán revivir las pasiones del pueblo calé hasta bien entrada la madrugada. Petalás, vítores y saetas por tangos formarán parte del escenario de una procesión tan genuina como irrepetible, que suscita el interés de propios y extraños cuando la hermandad emprende su regreso al Sacromonte.

Estudiantes

La elegancia de las cosas bien hechas. Con ese registro vendrá subrayada la presencia en las calles de la Hermandad de los Estudiantes. Desde las cinco de la tarde, el cortejo empezará a desplegarse por las calles del centro. Las costaleras de José Luis Idígoras llevarán al cielo de Granada al misterio de Jesús de la Meditación, teniendo como tras de sí a los músicos del Dulce Nombre de Jesús que acompasarán el andar costalero del primero de los pasos de la hermandad. Tras él, felizmente, un año más la Virgen de los Remedios que presentará una fase más del paso de palio en el que la cofradía lleva trabajando en los últimos años.

Las Penas

Por San Matías, Las Penas. La histórica cofradía, que parte de la iglesia que fundara el emperador Carlos V, sorteará en una siempre difícil maniobra la bajada de las escaleras que anteceden al templo. La plata refulgente de Moreno y el calvario rojo de clavel la mejor estampa para rodear al Señor de la Paciencia: ese pilar sobre el que se yergue el magisterio de la escultura granadina. El clásico palio de la Virgen de las Penas traerá sobre los hombros de los pupilos de Jorge Mario Martín a la dolorosa de Álvarez Duarte una vez más a Granada. Brota la ilusión por volver a ver a las calles en los nazarenos de antifaz morado de la cofradía.

El paso de misterio del Señor de las Tres Caídas

Rosario

Palabras mayores en Santo Domingo: la Hermandad del Rosario, a las calles. El ímpetu desbordante de las cofradías de barrio lleva bordado el nombre de esta cofradía del Realejo. Los tramos de nazarenos discurrirán por las principales calles del barrio hasta desembocar en la calle Ganivet, inicio de la carrera oficial. El Señor de las Tres Caídas, a los sones de El Gran Poder, propondrá todo un recital de filigranas en el trabajo de quienes sobre su cerviz portan al antiguo titular de la cofradía de Los Cocheros. Mientras, Nuestra Señora del Rosario esperará a desbordar con la majestad que imprime su figura a encandilar los corazones de quienes fijan su mirada en su rostro, su manto y su corona.

Nazareno

Y al paso de la hermandad de Jesús Nazareno Granada volverá a guardar un impetuoso silencio. Lo hará, por primera vez, desde 2018 ya que esta fue la última vez que la hermandad consiguió realizar estación de penitencia a la Catedral. En 2019 la hermandad fue sorprendida por la lluvia tras poner los primeros tramos en la calle y hubo de desandar sus pasos. Ojalá el racheo de este portento de la gubia de Barbero Gor vuelva a regalar a la ciudad la acompasada mecida de su canastilla y la majestad del Señor escoltada por cuatro faroles de plata. Y La Merced, con sus manos juntas, recogida en su nuevo palio esperando acompañar a sus hermanos en una estación tan esperada como necesaria.