Al tercer año... se completó

Lunes Santo

La ciudad disfrutó de un Lunes Santo con las cinco cofradías del día en las calles, algo que no sucedía por la lluvia desde 201.

El palio de los Dolores, en su paso por la turística Carrera del Darro.
Susana Vallejo

15 de abril 2014 - 01:00

POR fin Granada vive un Lunes Santo completo con las cinco cofradías del día en las calles realizando su estación de penitencia sin mirar al cielo, sin poner plásticos, sin correr, sin el temor a la lluvia. Y ha sido al tercer año ya que desde 2011 la ciudad no disfruta de una jornada de lunes completa con todas las cofradías iniciando y terminando sus salidas penitenciales.

En 2012 la lluvia obligó a suspender las salidas del Rescate, del Huerto y de San Agustín, sorprendió al Trabajo que se tuvo que refugiar en el parque de Bomberos y volver a su templo y no amilanó a los Dolores, que salieron pese a la lluvia y pudieron regresar al templo. En 2013 de nuevo el mal tiempo hizo de las suyas. El Trabajo se mojó pero completó su estación. En cambio, los Dolores se volvió por la Carrera del Darro, el Huerto hizo varios intentos de salida para finalmente regresar a las Comendadoras y Rescate y San Agustín suspendieron desde primera hora sus salidas.

Pero este año no ha habido caos meteorológico ni dificultades de decisiones. El día daba seguridad de que por fin, al tercer año, Granada tendría al cien por cien su Lunes Santo.

Y había ganas ya que las calles del centro de la ciudad se llenaron por segundo día consecutivo mostrando el respaldo de cofrades, granadinos y visitantes a la Semana Santa de Granada, que para algo es fiesta de Interés Turístico Internacional. Además, las hermandades del Lunes Santo son un buen exponente de ello.

La jornada comenzó en el barrio del Zaidín, que se volcó de nuevo con esta hermandad que reúne devociones y a miles de fieles que durante toda la tarde arropan a sus titulares en su paseo por la ciudad. El recorrido más largo de la Semana Santa se quedó en apenas un paseo para este amplio cortejo de nazarenos de capa. Su salida fue de nuevo multitudinaria y las emociones de los vecinos con los aplausos y vítores a los titulares y a los costaleros contagiaron de emoción a las cientos de personas que no quisieron perderse este momento.

La hermandad volvió a poner en la calle un cortejo amplio y volvió a sorprender el paso de misterio, aún en proceso de talla pero que augura un futuro que será prometedor y sorprendente, como también lo es el trabajo que realizan sus costaleras. Detrás, la Virgen de la Luz, palio de barrio que está ganando año tras año una impronta que atrae a muchos y que genera una importante bulla cuando la hermandad regresa al barrio.

Y este año lo hizo por una nueva calle en su recorrido de regreso, la calle San Matías, ya que la corporación es una de las cinco que ha tenido que cambiar su itinerario de vuelta por la ampliación de la carrera oficial a la calle Alhóndiga.

Detrás de la representante del día del Zaidín hicieron sus salidas las hermandades del Rescate y de los Dolores. A la misma hora, estas dos corporaciones, que antaño estuvieron unidas, pusieron a sus titulares en las calles en una coordinación que es exponente todavía de la vinculación de las dos corporaciones.

Desde el centro hizo su salida la hermandad del Rescate y con ella una de las imágenes más bellas de la Semana Santa de Granada. El Cristo lucía este año la túnica de castillos y leones y es que por su ajuar de túnicas cada año se convierte en sorpresa con cuál hará estación de penitencia. Delante, un cortejo que este año ha sido más amplio que en otras ocasiones en lo que viene siendo la tónica general de las hermandades este año ya que la mayoría de ellas ha reflejado un significativo aumento de hermanos en las filas.

La imagen de Jesús del Rescate, con su personal paso de madera y plata, estuvo acompañada por la Agrupación Musical de la Estrella, de Granada.

En su regreso, sobrio con carácter de centro, se volvió a repetir la tradición ya de dedicarle saetas a esta portentosa imagen.

La sobriedad de la hermandad del Rescate también la refleja la de los Dolores, una de la más particulares de la Semana Santa de Granada por su puesta en la calle, por sus insignias, por su color (el salmón) y por su paso de palio.

Este año sin la prisa del tiempo y sin la incomodidad de la lluvia, se volvió a repetir uno de los momentos más especiales de la Semana Santa para los cofrades y es el paso del palio por la Plaza de las Pasiegas. El paso subió la rampa que da acceso a la Catedral con los sones de La Madrugá, obra de Abel Moreno considerada la mejor marcha de Semana Santa. En ese momento se hizo el silencio para contemplar cómo los sones dulces, reposados y delicados de la marcha se acompasaban con el movimiento también milimétrico y calculado del palio de la Virgen de los Dolores.

Pero el día guardaba más momentos para el recuerdo con las otras dos hermandades que completaban la nómina de las cinco cofradías que protagonizan el Lunes Santo en la capital.

El Realejo, barrio cofrade por excelencia, tuvo ayer a su embajadora del día, la hermandad del Huerto de los Olivos y de la Virgen de la Amargura. La salida de la corporación este año era importante ya que por un lado tenía que borrar el mal sabor de boca que le quedó el año pasado cuando tuvieron que suspender finalmente su estación de penitencia tras dos intentos de salida frustrados por la lluvia. Por otro lado, la corporación está trabajando intensamente en la Coronación Canónica de su titular mariana, que será en mayo del año que viene, por lo que la salida perfecta de este año tenía que producirse.

Y así fue. El convento de las Comendadoras de Santiago se quedó huérfano durante unas horas, las que la hermandad necesitó para hacer su estación de penitencia en la Catedral y regresar a un barrio que se volcó con la corporación, que tuvo un regreso multitudinario como es costumbre cada Lunes Santo, en el que la calle Santiago se queda pequeña para acoger a las cientos de personas que no quieren perderse las imágenes que sólo esta cofradía ofrece: un cortejo bien puesto, con nazarenos de elegante túnica, un trabajo de los costaleros impecable, una entrada difícil en el convento y una sucesión de marchas escogidas e interpretadas con gran calidad por la Banda de Cornetas Jesús del Gran Poder en el misterio -uno de los mejores de Andalucía en cuanto a la representación del pasaje del Huerto de los Olivos- y la Banda municipal de Pilas (Sevilla), que dio muestra de su gran calidad.

El contrapunto a todo lo acontecido durante la jornada lo puso la hermandad de San Agustín, la cofradía silente ejemplo de seriedad, recogimiento y puesta en la calle. A las nueve de la noche la campana del convento anunciaba la salida del paso del Cristo de San Agustín. Delante, un largo cortejo silente de nazarenos con túnica negra que a su paso solemne imponen el silencio en las calles del centro de la ciudad.

En esta hermandad son todo detalles. El orden perfecto del cortejo, el muñidor, las insignias originales, la música de capilla, el rachear de los costaleros,... todo lleva al momento de recogimiento y sobriedad que deja el paso del Cristo de San Agustín. Detrás, de nuevo cortejo nazareno negro que da luz al paso de palio de la Virgen de la Consolación, palio también silente en el que se representa la Sacra Conversación de la Virgen con San Juan Evangelista y la Magdalena.

Esta hermandad pudo realizar completa su estación de penitencia, que no hacía desde 2011 ya que por la lluvia directamente se suspendió las salidas de 2012 y 2013.

Con la salida de las cinco cofradías del día y sus estaciones penitenciales se puso el punto y seguido en una Semana Santa que promete en lo meteorológico convertirse en una semana histórica.

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