Meteorología

Sierra Nevada despide una temporada invernal 2022-2023 de poca nieve y mucha afluencia de visitantes

  • La falta de precipitaciones y el rápido deshielo por las altas temperaturas han provocado el cierre dos semanas antes de lo previsto inicialmente

  • A pesar de la falta de nevadas, los esquiadores han respondido durante los cuatro meses y medio de apertura de remontes en el macizo granadino

  • Sierra Nevada encara el final de su temporada con escasez de nieve

Esquiadores en la zona de Borreguiles de Sierra Nevada, junto al telesilla Emille Allais, una de las novedades de la temporada 2022-2023

Esquiadores en la zona de Borreguiles de Sierra Nevada, junto al telesilla Emille Allais, una de las novedades de la temporada 2022-2023 / ANTONIO L. JUÁREZ / PHOTOGRAPHERSSPORTS

La estación de esquí de Sierra Nevada ha vivido este domingo su último día de temporada invernal 2022-2023, siendo la última estación de esquí de España en echar el cierre este año, como suele ser habitual. Lo hace tras haber superado cuatro meses y medio de apertura en los que la nieve no ha sido la principal protagonista, pese a ser la actriz principal de los deportes invernales que se practican en el macizo granadino. La escasez de precipitaciones en el invierno, con muy pocos días de nevadas copiosas en las cimas granadinas, y el incesante sol y las altas temperaturas incidiendo sobre las montañas han condicionado, y mucho, la actividad, obligando a Cetursa a utilizar de forma casi constante los cañones de nieve producida para mantener la actividad en las pistas.

La despedida se ha realizado con cuatro kilómetros esquiables repartidos en otras tantas pistas, buen clima y poca nieve, siendo esta calidad primavera. El desnivel esquiables de este último día es de 670 metros, una oferta para disfrutar de una jornada con buen clima, cielos despejados y visibilidad total en la que Cetursa ha pedido precaución a la hora de esquiar por la escasez de nieve. Las elevadas temperaturas que se registran en la provincia granadina desde incluso antes de que llegara la estación primaveral han condicionado mucho las condiciones, y el rápido deshielo ha sido una de las principales causas del cierre.

La estación tenía en sus planes iniciales cerrar la temporada durante el puente del 1 de mayo, como suele ser habitual en el macizo granadino, que ofrece a sus visitantes condiciones de sol y nieve que no suelen ser propias de las estaciones de esquí. Pero los plazos se han adelantado debido a la escasez de precipitaciones. Desde hace varias semanas la empresa pedía a los deportistas que esquiaran o hicieran snowboard con mucha precaución debido a que la falta de nieve en las pistas podría ser un problema y provocar accidentes.

Pocas nevadas, buena afluencia de visitantes

La estación de esquí granadina ha sobrevivido con tres grandes nevadas, ninguna de ellas excesivamente importante, el caluroso invierno vivido en la temporada 2022-2023. La primera de ellas se producía a mediados del mes de noviembre, y ayudaba a Cetursa a preparar las pistas de cara a una apertura que se producía el pasado 3 de diciembre de 2022, con sólo cinco pistas disponibles. La bajada de temperaturas propia de la época ayudaba a que los cañones de nieve producida de última generación instalados para esta temporada mantuvieran la situación e incluso ampliaran pistas.

Tras la primera semana de apertura, Sierra Nevada recibía con los brazos abiertos a la borrasca Efraín, que teñía de blanco la montaña y posibilitaba ampliar los kilómetros esquiables. Un mes después, las borrascas Gerard y Fien cubrían el primer mes de 2023 de blanco y daban a Sierra Nevada su mayor superficie esquiable hasta el momento, con todo el desnivel esquiable habilitado. Y a partir de entonces, la estación ha sobrevivido de aquellas precipitaciones y de la nieve artificial.

El elemento que más ha condicionado a la estación de esquí durante la temporada 2022-2023 ha sido el viento, que ha causado más de una decena de cierres de la estación. La imposibilidad de abrir remontes por las fuertes rachas ventosas han sido el principal escollo a superar, algo habitual en Sierra Nevada. También han influido las lluvias. Debido a las altas temperaturas, estas precipitaciones, que deberían haber sido de nieve, eran de agua, lo que ayudaba al deshielo y a que la nieve presente se fuera fundiendo.

A pesar de las dificultades climáticas, Sierra Nevada ha registrado una buena afluencia de visitantes durante toda la temporada. En las primeras semanas, Cetursa tenía que cerrar la admisión de esquiadores por superar el aforo en relación con la superficie esquiable disponible, y desde Navidad y hasta el final de la temporada la estación de esquí ha contado con buena cantidad de visitantes.

La ocupación ha rondado durante los cuatro meses y medio entre el 60 y el 80%, con picos cercanos al 90%, y en los días soleados las condiciones para la práctica de deportes invernales han sido inmejorables. Así lo comprobó incluso el Rey de España, Felipe VI, quien disfrutó en enero de un fin de semana con amigos en la estación granadina. También ha registrado un buen número de usuarios el área de actividades Mirlo Blanco, que ha sido la estrella de quienes no buscaban calzarse unos esquís o una tabla de snow.

Sierra Nevada también ha sido el centro de las competiciones deportivas invernales más importantes del año, destacando la celebración de la segunda prueba del Circuito Mundial de Snowboard Cross. Las dos pruebas albergadas se desarrollaron en marzo en el espectacular circuito de Loma de Dílar, de 985 metros de longitud y un desnivel de 155 metros, en un gran ambiente de público y deporte con sol y altas temperaturas. El español Lucas Eguibar se alzó con la plata en la prueba.

El desprendimiento en la A-395, un problema inesperado

Durante la temporada, el domingo 29 de enero ocurrió un suceso que estuvo a punto de acabar con la buena dinámica que presentaba la estación de esquí. El desprendimiento de una roca de grandes dimensiones sobre la carretera A-395, que da acceso a la estación de esquí, pudo provocar una tragedia que afortunadamente quedó en un susto.

El derrumbe de la ladera en el kilómetro 16 provocó la caída de más de 8.000 toneladas de rocas sobre la carretera cuando esta registraba una gran afluencia de vehículos que subían hacia el macizo montañoso. El suceso dejó ocho heridos leves (dos de ellos una bebé de seis meses y un niño de cuatro años), numerosos daños materiales y un gran susto.

Durante la siguiente semana, todo el que quiso acceder a la estación de esquí tuvo que hacerlo por la subida del camino del Purche, a través del municipio metropolitano de Monachil, y la bajada por la carretera de Hazallanas, a través de Güejar Sierra. Esto complicó el tráfico, haciéndolo muy denso, pero no frenó a los visitantes, que no dejaron de subir a Sierra Nevada. La Consejería de Fomento actuó rápido sobre el terreno y una semana después del incidente reabrió la carretera para que las molestias para visitantes y trabajadores fueran las menores, con tramos de hora concretos habilitados para los vehículos de carga y descarga y para los autobuses.

Una semana después del 'milagro' en Sierra Nevada, más de 10.000 esquiadores se acercaron hasta las instalaciones para practicar deporte invernal, una afluencia del 82% según Cetursa confirmaba. Aún continúan los trabajos en este punto, para asegurarse que, de cara a la temporada de verano en Sierra Nevada, no ocurran imprevistos de este tipo que puedan provocar una tragedia evitable.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios