La sociedad de la nieve se ha convertido en la película del año, de 2023 y 2024. La cinta de Bayona se metió a parte de la crítica en el bolsillo en su paso por festivales el pasado año e hizo lo propio con el público en diciembre con su estreno en las salas españolas, a lo que habría que sumar su estreno en Netflix este mes de enero, llegando al top1 mundial a los pocos días de aparecer en la plataforma de streaming.

Más allá del cine, este éxito se ha trasladado, por un lado, a la calle, con cientos de personas hablando de la película, y por otro a la estación de Sierra Nevada, convertido durante un tiempo en el trágico lugar del accidente. La combinación de ambos de ambos elementos ha tenido como resultado la aparición de vídeos en redes sociales donde se asegura que es posible esquiar junto a los restos del avión estrellado, como un atractivo más de los que ofrece el macizo montañoso, un atractivo que, sin embargo, no existe, según aclaran fuentes de Cetursa a este periódico. 

Los vídeos tienen dos años de antigüedad, según Cetursa, cuando la recreación del Farichild FH-227FD sí estaba en la estación de esquí para el rodaje de la película. Mientras este se producía, la zona se encontraba acordonada para evitar molestias, pero una vez finalizado, se abría la zona para el público, momento en el que algún esquiador aprovecharía para grabar los momentos del vídeo que ahora se están haciendo virales. 

Fuentes de Cetursa explican que los sets instalados para el rodaje permanecieron exclusivamente durante el tiempo que este duró y una vez este terminó se procedió a su desmonte. En total son tres las localizaciones granadinas que aparecen en la película de Bayona: el parking de Los Peñones, a más de 2.000 metros de altura, en el que se depositaron los fuselajes del avión estrellado; la Laguna de las Yeguas, a casi 3.000 metros de altura, donde exteriores del avión y el Cortijo de La Argumosa, en Güejar Sierra, donde entre otros momentos se rodó el famoso alud que sepultó a los supervivientes.

Al igual que para la construcción, los maquinistas decidieron que la mejor manera para mover la maqueta, de 14 metros y 7.000 kilos, era con dos máquinas pisapistas, una tirando y otra empujando, y que dicha operación debía llevarse a cabo a última hora de la tarde, cuando la nieve se endurece, evitando así que el aparato se hundiera.

De hecho, la estación estableció un sistema de traslados del equipo de producción a la zona de rodaje para no alterar el funcionamiento de remontes, con apertura temprana para la película antes del horario comercial y regreso una vez que las pistas estuvieran cerradas.