La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, cree que la "semana de lucha" convocada desde este lunes por esta organización es "fundamental para parar los pies" al ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su reforma educativa. García ha explicado que la movilización estudiantil, en este caso a través de tres días de huelga del 22 al 24, este último día junto con padres y docentes, y diversas manifestaciones, "es ahora más necesaria que nunca".

-Con la de esta semana, el Sindicato de Estudiantes ha convocado en un año tres huelgas contra el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). ¿Sigue siendo necesario cuando ya se ha aprobado en el Congreso?

-La Lomce no se ha aprobado definitivamente, ya que después de la votación del pasado día 10 tiene que ir al Senado, volver al Congreso y finalmente publicarse en el BOE para su entrada en vigor en septiembre de 2014. Esta primera aprobación ha sido entendida por la comunidad educativa como una demostración más del carácter autoritario de este ministro y del Gobierno y, aunque con esta medida pretendían desmovilizar a los que saldremos a la huelga de 72 horas, han logrado todo lo contrario: indignar más y echar más leña al fuego de la movilización. Este nuevo gesto de desprecio por parte del PP a la mayoría de la sociedad hace que la movilización sea ahora más necesaria que nunca y fundamental para pararle los pies al ministro Wert. El tasazo universitario, el decreto de becas, y matrículas de 400 euros para poder estudiar FP en Madrid y Cataluña son medidas que se complementan a la perfección con la Lomce y persiguen el mismo objetivo de expulsar a los hijos de los trabajadores del sistema educativo de forma prematura.

-La mayoría de los sindicatos de docentes y la oposición apoyan vuestras protestas. ¿Deberían ser ellos más exigentes con la política educativa del Gobierno?

-El PP está llevando a cabo una ofensiva brutal contra las condiciones de vida de la mayor parte de la sociedad y la educación pública es una de las más perjudicadas, además de la sanidad, las pensiones o las ayudas a la dependencia. Por eso, desde el Sindicato de Estudiantes hemos llamado en muchas ocasiones a los dirigentes de CCOO y UGT a ponerse a la cabeza de las movilizaciones y sumando al mayor número de personas en la defensa de los intereses comunes. Es necesario que Toxo y Méndez den un paso al frente y llamen a una huelga general de todo el sistema productivo en defensa de un derecho básico esencial como es la escuela pública.

-¿El paso por el Senado de la Lomce incluirá algún cambio o algún acuerdo con la oposición?

-No tenemos absolutamente ninguna confianza en partidos como CiU, PNV o UPyD porque representan a la derecha en Cataluña y el País Vasco o a los intereses de la patronal. Tanto CiU como PNV, allí donde gobiernan, no tienen problemas para aplicar e impulsar como nadie los recortes sociales. En cualquier caso, la Lomce no debe ser reformada sino eliminada por completo por ser una ley nostálgica del franquismo que va contra la educación pública.

-La subida de tasas y el decreto de becas también son motivos de las protestas. ¿Cómo están afectando esas dos circunstancias a los estudiantes?

-La combinación entre la brutal subida de tasas y el nuevo decreto de becas, que penaliza y exige más a los que menos tienen, ha sido un ataque combinado que está teniendo terribles consecuencias y calculamos que en torno a 100.000 estudiantes verán vetado su acceso a la Universidad.

-¿Puede poner algún ejemplo de quejas o denuncias que llegan actualmente al Sindicato de Estudiantes?

-En los últimos días las quejas que recibimos vienen motivadas fundamentalmente por la represión que, por parte de algunas direcciones de centros de estudio, se está ejerciendo para evitar que la huelga salga bien. Nos prohíben celebrar asambleas en las que discutir los motivos de la movilización y votar si estamos a favor o en contra, nos ponen exámenes los días de la huelga o llegan a decir que está prohibida para los menores de 18 años. Es una vulneración completa de nuestros derechos de reunión, libre expresión y huelga. Aunque seamos jóvenes, también tenemos derecho a ser escuchados y, cuando somos mayoría, a que nuestras demandas sean respetadas.