En la Huerta de Europa tienen muy claros sus principios. Y uno de ellos es darle al agua la importancia que se merece, sobre todo en estos tiempos de sequía. El líquido elemento es vital para el ser humano, es fundamental para el desarrollo socioeconómico y es parte de las obligaciones de las personas para el respeto del medio ambiente.

Son ya muchas décadas las que todo el sureste español lleva trabajando, luchando contra la desertificación. La Región de Murcia, con una escasez de agua estructural y un medio ambiente muy sensible a cualquier cambio, es un ejemplo en tomar las medidas adecuadas que protegen el delicado equilibrio de la zona y permiten el uso correcto de este bien escaso, aprovechando hasta la última gota de agua.

La gestión de este bien se basa en garantizar su disponibilidad y calidad, en su gestión eficiente y sostenible, en la potenciación de la regeneración y reutilización, en la obtención de nuevos recursos, en la modernización de regadíos, en el fomento de la investigación y la incorporación de las nuevas tecnologías. El agua es la gasolina del desarrollo de cualquier sociedad, sobre todo en las que su economía están basadas en un sector estratégico como es la agricultura, que necesita de este bien para el correcto desarrollo de las plantas. Y la Región de Murcia es uno de estos casos, como lo demuestran los números.

El agro murciano representa el 4,7 por ciento del PIB regional, frente al 2,6 de España, cifra que se eleva hasta el 20% incluyendo a la industria agroalimentaria. La producción regional de hortalizas y frutas se acerca a los 3,6 millones de toneladas y, en su conjunto, la facturación global de todos los productos hortofrutícolas en fresco se sitúa, según campañas, en torno a los 3.000 millones de euros anuales.

De la necesidad se ha hecho virtud. El trabajo está enfocado en contar con el regadío más tecnificado de Europa

De igual modo, la Región de Murcia también se caracteriza por su apuesta de forma decidida por la agricultura ecológica, ya que es la región europea que mayor proporción de superficie de cultivo destina a la misma, con un 27%. Todo ello sería imposible de no ser porque en esta tierra llevan años trabajando en una agricultura moderna, competitiva y sostenible, basada en la optimización de los recursos hídricos tan escasos. Es lo que se conoce como agricultura sostenible de precisión.

De la necesidad se ha hecho virtud. El trabajo y la innovación están enfocados a contar con el regadío más tecnificado de Europa y con una agricultura de vanguardia y de primer nivel mundial. Es fundamental para lograrlo formentar la sostenibilidad de la actividad agraria y que los regantes interioricen que el agua hay que aprovecharla desde la primera hasta la última gota. ¿Y lo está consiguiendo la región? Basta con decir que en la huerta sólo consumen el 3,4% de regadío de toda España.

El Gobierno regional puso en marcha una estrategia para la mejora, modernización y consolidación de los regadíos basada en la regulación de caudales (balsas de riego); la reducción de pérdidas de agua en el almacenamiento, transporte y distribución; así como el control de volúmenes de agua consumidos por cada regante y automatización. Además, también contempla la implementación de sistemas de riego con alta eficiencia en el uso del agua (riego localizado) y la reutilización de aguas regeneradas para consolidar regadíos.

Pero la cosa no se queda ahí, en los últimos años se está apostando por una mayor sostenibilidad de la agricultura de regadío. Así, el Gobierno está impulsando la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mediante la mejora de la eficiencia energética y la generación de energía renovable para el abastecimiento de las infraestructuras de riego, lo que también implica una importante reducción de costes energéticos asociados a esta actividad y, por ende, una mayor rentabilidad para este sector.

Importantísima inversión

Todas estas medidas no se implementan sólo impulsando leyes. Hacen falta ganas, creer en lo que se está haciendo e inversión por parte de la administración. El Gobierno regional lo sabe y desde 1990 ha invertido un total de 495 millones de euros, entre fondos propios y cofinanciados, a través de 120 colectivos, fundamentalmente comunidades de regantes, que son las que distribuyen el agua a más del 70 por ciento de la superficie de riego regional. Esto ha permitido actuar sobre una superficie de 135.000 hectáreas, instalando riego localizado en más de 125.000 de esta superficie.

Éste es el presente de la eficiencia hídrica, el futuro ya tiene marcadas sus líneas maestras: promover el uso de fuentes de energías renovables y fomentar el uso de tecnologías de la información y comunicación en la agricultura. Además, se va a apostar por técnicas de conservación de suelos para aumentar la sostenibilidad ambiental de los regadíos, así como promover la redotación de regadíos infradotados, mediante la reutilización de agua regenerada y la captación y aprovechamiento de aguas pluviales. Con ello, los proyectos de economía circular tendrán un peso específico, lo que favorecerá el arraigo de la población al territorio.

Campo sembrado en la zona de Molina de Segura, que se aprovecha de le economía circular del agua.

Lucha contra el cambio climático

Son numerosos los proyectos en los que trabaja la Región de Murcia para hacer frente al cambio climático. Un ejemplo es el se lleva a cabo en el centro de demostración y transferencia agraria ‘El Mirador’. Los resultados hablan por sí solos: 63% de ahorro de agua en cultivo de apio, un 32% en el cultivo de pimiento al aire libre, un 51% en pimiento California en invernadero, un 56% en cultivo de melón Galia y Cantaloup, y un 14% en cultivo de patata.

Este nuevo proyecto, denominado POLY-AGUA, disminuye el caudal hídrico, reduciendo la evaporación y aumentando la retención de agua, gracias a los materiales empleados, lo que supone un nuevo avance que ahora se pone a disposición de los agricultores. La normativa va más allá y exige a los agricultores de determinadas zonas como del entorno del Mar Menor, la obligación de instalar sensores de humedad, tensiómetros o cualquier otro dispositivo, así como su utilización sistemática en la programación del riego que sirve de apoyo para una gestión eficiente del agua en todo el perfil de suelo afectado por el riego.

Las explotaciones agrícolas de regadío de dicho entorno deben contar con dispositivos para medir el volumen de agua de riego aplicado por sector, y con una monitorización por sensores del potencial matricial del agua en el suelo, además de sistemas de monitorización por sensores, control y seguimiento de la fertilización mineral, realizada a través del riego. Es la llamada agricultura sostenible de precisión. Agricultura 5.0.

Depuración y reutilización del agua

Junto a estos proyectos, el Gobierno también trabaja en materia de depuración y reutilización del agua destinada fundamentalmente, al regadío agrícola. Son ya dos décadas los que la Región de Murcia desarrollando un importante parque de depuradoras.

Ésta cuenta con hasta 99 depuradoras que dan servicio al 99,3% de la población y que obtienen un agua de excelente calidad con parámetros de eficiencia muy por encima de los exigidos en la normativa. Con una media de unos 110 hm3 anuales de aguas residuales tratados y regenerados en la Región, aguas que, casi en más de un 95%, está a disposición de las comunidades de regantes y pequeños agricultores para el riego agrícola. Aquí hay otro buen ejemplo de cómo se consigue fomentar la economía circular, ya que esta cantidad de agua supone el 15% del total que se utiliza para el riego de la agricultura regional.

La agricultura sostenible de precisión aplica la cantidad exacta de agua y fertilizantes a la planta, en el momento justo

Para conseguir dotar a la Región de esta infraestructura se han invertido más de 630 millones de euros. Y muy bien invertidos para estar a la vanguardia de la depuración y reutilización. Frente al 5% de la Unión Europea y el casi 9% español, la Región de Murcia trata y reutiliza el 98% de las aguas residuales.

¿Y con esto que se consigue? Vida, riqueza, respeto al medio ambiente, un porvenir mejor y más saludable para las nuevas generaciones, que ven cómo el oficio de muchos laboriosos trabajadores de la huerta murciana es la envidia de toda Europa. El reto está marcado y no es sencillo de conseguir, hay que seguir con la misma voluntad de hacer las cosas bien, pensando en que el agua es el bien más preciado que tiene el ser humano, sobre todo en estas épocas de sequía. Por el buen trabajo hecho y el que está por hacer, la Región de Murcia es la Huerta de Europa.