Gastronomía y vino son dos artes que están muy unidos. ¿Quién no disfruta del placer de comer y beber? Es algo que tienen muy claro en Bodegas Emilio Moro, una de las bodegas referentes a nivel mundial en la Ribera del Duero con más de 100 años de tradición vitivinícola, que ha conseguido que sus vinos viajen a través de todo el mundo conquistando a los paladares más exigentes y pretenden enamorar a todo aquel que visite la bodega con su oferta enoturística.
Si buscas introducirte en el mundo del vino y conocer cómo se elabora, las experiencias ‘El vino te habla’ e ‘In Malleolus Veritas’, son dos magníficas opciones con las que conocerás la bodega desde dentro y podrás catar algunas de las referencias de Bodegas Emilio Moro como La Revelía, el godello más especial - un blanco sofisticado que en nariz está lleno de matices y transmite untuosidad y equilibrio- o la gama Malleolus -Malleolus, Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín, las tres referencias más premium de la bodega que supusieron un antes y un después en la bodega y cuyo nombre, Malleolus, significa majuelo en latín, forma en la que denominan a los viñedos en Pesquera de Duero .-
Visitar una bodega puede ser un plan fantástico. Recorrer los viñedos, conocer cómo es la elaboración, descubrir cómo se realiza una crianza, entender las dificultades de una vendimia y, por supuesto, disfrutar de una cata maridada con una buena comida es una propuesta irrechazable.
Como lo es la visita ‘Saborea nuestra Ribera’, con la que Bodegas Emilio Moro te ofrece un maridaje de cuatro de sus vinos y cuatro tapas que te acercarán a nuestra tierra.
Si buscas ir más allá, la visita ‘Experiencia gastronómica’ es la opción perfecta. Podrás disfrutar de una cita completa con recorrido por la bodega, una cata de cuatro de sus magníficos vinos y un menú completo tradicional con el que conocerás la gastronomía tan especial de la Ribera del Duero.
Por último, desde Bodegas Emilio Moro te ofrecen la posibilidad de adentrarte en su historia desde sus orígenes con la experiencia más exclusiva, ‘Viaje al origen’, en la que los visitantes podrán conocer la filosofía de Emilio Moro y descubrir cómo comenzó todo con una visita a los viñedos más emblemáticos. Un aperitivo y una copa de su buque insignia, Emilio Moro, serán el perfecto entrante antes de continuar con la visita por la zona de elaboración y la nave de crianza de la bodega para finalizar con un menú especial maridado con cuatro referencias de sus referencias: La Revelía, Malleolus, Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín.
Pero la histórica bodega no se queda ahí, desea llegar más allá y propone aún más opciones gastronómicas. El restaurante cuenta con una amplia carta llena de exquisiteces que se pueden degustar de lunes a domingo en horario de comidas. Además, cuenta con un Wine Bar en el que todo aquel que quiera puede disfrutar de una copa de uno de sus vinos, unas tapas elaboradas por el chef de la bodega o alguna ración si lo prefiere, en un encantador espacio situado en los porches de la entrada de la bodega.
Dispone de una excelente propuesta culinaria en su restaurante
Buscan la excelencia, quieren dejar huella, seducir, conquistar, enamorar a cada visitante. Es una filosofía que su presidente, Javier Moro, transmite constantemente: “Lo más importante es que la gente esté feliz” y uniendo vino y gastronomía, ¿cómo no estarlo?.
El origen de la bodega se remonta a 1891, año de nacimiento, don Emilio Moro, de la primera generación, en Pesquera de Duero (Valladolid), enclave privilegiado de la Ribera de Duero rodeado de viñedos. Emilio Moro, abuelo de los actuales propietarios, enseñó a su hijo el amor por el vino, y este, a su vez, lo transmitió a sus hijos. Actualmente es la tercera generación la que se hace cargo de la bodega que posee unas 300 hectáreas de viñedo propio. La gama de vinos engloba Finca Resalso, que recibe su nombre del viñedo que se plantó cuando nació Emilio Moro, padre de la tercera generación; Emilio Moro, buque insignia de la bodega; Emilio Moro: Vendimia Seleccionada, un tempranillo para cuya elaboración se tienen en cuenta los aspectos más representativos de cada añada; La Felisa, su vino ecológico y sin sulfitos añadidos.
Completan sus referencias la gama de Malleolus: Malleolus, Malleolus de Sanchomartín y Malleolus de Valderramiro, que reciben el nombre en honor a los viñedos más antiguos de la bodega y Clon de la Familia, máxima expresión de la variedad Tempranillo y de los tres tipos de suelo de la Ribera del Duero: pedregoso, arcilloso y calizo. Bodegas Emilio Moro, además, comenzó su proyecto en 2016 en El Bierzo donde, con ya más de 50 hectáreas en propiedad, elabora blancos 100% godello: Polvorete, El Zarzal y La Revelía.
